Trigo y cupos, más de lo mismo
La realidad es que la habilitación de un millón y medio de toneladas no es lo que queremos. Lo que necesitamos es que no existan Roes porque desvirtúan todo el funcionamiento del mercado. Imaginemos que vamos a tener seis millones total para exportación y estaría abriendo solamente un millón y medio. De ese millón y medio ya hay compradas ochocientas cincuenta mil toneladas para exportación. Con lo cual, el mercado se va a mover solo un poquito. Cuanto más se acerque a los seis millones, mayor será el impacto en cuanto a mercados más fluidos y de operaciones más interesantes”, explicó Matías Ferrecio, Presidente de ArgenTrigo al consultarlo tras el anuncio del gobierno acerca de liberación de cupos para el trigo..
Son dos temas distintos. En las estimaciones de producción de la Bolsa de Cereales ese millón ya contempla un 10% de superficie perdida en el sudeste y un 5% de pérdidas en la zona centro de la provincia de Buenos Aires. Eso ya está contemplado y salvo daños recientes de la última lluvia que aún no hay datos claros al respecto, esto ya estaría medido.
Ahora en lo que respecta a lo que es calidad existe una presencia importante de enfermedades fúngicas, pero muy buena reacción luego de las fumigaciones.
Uno de los casos fue Mancha amarilla, donde se logró detener el rápido crecimiento de esta maleza. Con lo cual, hoy está con una hoja bandera razonablemente libre como para terminarlo.
En este contexto ustedes el próximo jueves 20 de noviembre estarán con un nuevo evento de ArgenTrigo, denominado “El trigo es parte de la solución”.
Si estamos pensando que nuestro potencial son dieciocho millones de toneladas, y estar en once nos indica que estamos a mitad de tabla. Con respecto al potencial estará muy bajo seguramente.
Nosotros estuvimos hace dos semanas en AgriTrigo, que es un congreso de toda la industria brasilera, donde nos comentaron que están esperando muy impacientes que nosotros nos decidamos a exportar tanto granos como harina.
El próximo 20 de noviembre hablaremos sobre propiedad intelectual, trabajar en mercados de cereales a término, trabajar sin roes ni retenciones, sustentabilidad, como trabajar con más rotación en las gramíneas, y muchos temas más. Después también saber a dónde va. O sea, necesitamos una industria que tenga un fututo prometedor en cuanto a harinas y donde se está fijando como objetivo que Argentina sea el primer país exportador de harinas.
Esto fracciona toda la cadena, ya que si hablamos de llegar a los tres millones de toneladas de harina para exportación, significa demandar cuatro millones de toneladas de granos, más lo que habitualmente se lleva. Esto indica que se podían procesar ocho millones y medio toneladas la industria. Con lo cual, si hemos colocado once millones, estamos en niveles de producción muchísimo más interesantes y participación en el mundo.
Hay un tema que para muchos sigue siendo tabú y del que Gobierno directamente no habla, pero para los productores del sudoeste sigue siendo la bandera para poder tener un trigo que permita ser productores dentro del campo. El tema son las retenciones para lo que viene, porque hay que empezar a pensar en la política que tendremos el próximo año. ¿Qué pasará con el trigo?
Está claro, por contraste muchas veces se ven las cosas. En este caso, el contraste es muy marcado y muy fuerte por lo que hemos vivido estos últimos años, con errores que hasta son públicamente reconocidos. Creo que no sólo hay que reconocerlos, sino que hay que actuar en consecuencia. Entonces, por contraste actuando en consecuencia está claro que los cambios son las condiciones con la cual vamos trabajar en las jornadas del 20 de noviembre.
Fuente: Mañanas de Campo/ FM
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