Tres ejemplos de emprendimientos que lograron ser exitosos y sustentables fueron presentados durante un panel desarrollado durante la segunda jornada del Congreso Nacional CREA 2016, que se está llevando a cabo hasta mañana en la Rural de Palermo.

Los invitados fueron Paula Marra, de Matriarca; Luis Peluffo, de Tambo Fundación S.R.L. y el empresario lechero Carlos de Ocampo, de Santa María.

“Visibilizamos la identidad oculta de nuestro país”, indicó Marra, creadora de un emprendimiento social denominado que nuclea a artesanos de diferentes comunidades dedicados a elaborar indumentaria, carteras, accesorios, mantas y cestería, entre otros productos, con métodos tradicionales de los pueblos indígenas argentinos.

“Somos alrededor de 6000 mujeres y muchas instituciones que trabajamos detrás de un mismo objetivo”, señaló Marra.

Artesanos y diseñadores se combinan para elaborar productos textiles que representen a la diversidad cultural de las diferentes regiones argentinas. Trabajan con insumos y fibras naturales de distintos territorios, que son transformadas por personas que habitan en esas mismas zonas. “Las artesanas son parte de la identidad oculta de nuestro país. Hay allí mucha riqueza y sería tonto no aprovecharla”, señaló.

Rentabilizar un proyecto de este tipo no fue fácil. “En lo económico, nos llevó tres años llegar al punto de equilibrio. Fue más tiempo del que esperábamos. Pero estamos contentas. Ya estamos presentes en los principales aeropuertos. Y pronto comenzaremos a exportar a EE.UU”.

Lograr una articulación positiva con el sector público fue un objetivo clave. “Esto demuestra que el Estado puede jugar un rol inteligente en el desarrollo local. Hay funcionarios de carrera en instituciones como el INTI y INTA que interactúan con nosotros muy activamente, al igual que en los distintos ministerios. Evidentemente, cuando un emprendimiento muestra liderazgo para transformar las comunidades, todo se articula rápidamente”.

Marra destacó que, en todo lo que hace Matriarca, de alguna u otra forma se refleja la metodología CREA. “Valoramos mucho a la red del Movimiento CREA. Es muy poderosa y tiene una gran capacidad para generar muchas cosas”.

“Logramos demostrar que aún en lugares desfavorables, alejados de una buena infraestructura, si uno tiene pasión, encuentra un modelo escalable y sueña en grande, se pueden generar empresas rentables y que contribuyan al bienestar de sus comunidades”, apuntó Marra.

Inspiración neocelandesa
A mediados los años 90, Luis Peluffo se abocó a impulsar un sistema de producción lechero sustentable y generador de una mejor calidad de vida para todos los participantes, adaptando localmente ciertos esquemas que pudo observar en Nueva Zelanda.

En el mismo, jóvenes técnicos y profesionales se van incorporando a su empresa, primero como pasantes, para luego ser parte del proyecto como socios. Eso le permitió aumentar progresivamente la cantidad de tambos gestionados.

Los integrantes de las empresas creadas en ese marco fueron interactuando cada vez más. Y llegó un momento en el cual surgió un grupo de intercambio y colaboración, que se denominó Grupo LP, en el cual los encargados de tambos comparten ideas y actividades en común, sin perder su individualidad y con la contención que les da el grupo.“A lo largo del tiempo, muchos se sumaron a formar parte de este sistema productivo”, explicó Peluffo. “Descubrieron su vocación y la desarrollaron. La combinación de gente motivada, con las herramientas necesarias, permitió lograr una actividad no sólo rentable sino también gratificante”.Una de las características principales de los socios gerentes en esta modalidad de empresa tambera es ir delegando tareas en los socios tamberos a medida que la producción de leche va creciendo. La meta es no sacrificar calidad de vida por el exceso de trabajo.

“Esforzarse por dar el ejemplo, a todo nivel, la vocación al cambio hacia un sano crecimiento y la delegación de tareas, es nuestra forma de fomentar el trabajo en equipo”, manifestó Peluffo.

En cuanto a la situación actual del sector tambero, prefirió evitar quejas ni confrontaciones, pero resaltó su postura en una frase: “Hoy el productor recibe uno de los precios internacionales más bajos y el consumidor paga uno de los más altos”.

“Tenemos todo para crecer”
“Si bien el Estado con la gestión anterior se venía llevando una parte alta de la renta, logramos crecer y seguir trabajando. Hoy tenemos una política mucho más racional, más proactiva en relación con las empresas”, expresó Carlos de Ocampo.

“Somos pintores que estamos delante de una gran tela en blanco. Todavía nos falta para llegar a tener la galería de arte completa con los cuadros ya pintados”, apuntó el empresario lechero. Y agregó: “Muchas veces admiramos lo que se hace en otros países y no vemos que acá tenemos todo para seguir ese mismo camino. Tenemos la gente y las herramientas. Por supuesto que habrá dificultades. Pero tenemos unas ganas inmensas de aceptar este desafío. Esas ganas son las que en definitiva permitirán capitalizar las oportunidades para lograr un país mejor”.

Cuando se le preguntó cómo evitar el desánimo ante situaciones coyunturales desfavorables, De Ocampo dijo que “debemos estar atentos a la coyuntura, pero fijarnos metas de vida que la superen; esa es la única forma de seguir adelante sin deprimirse”.