Testigo de una historia
Son las 19:30 hs. de este miércoles y la única persona que se encuentra en el recinto del HCD, es Julio “Cacho” Faustino.
Ambos nos sentamos en un cómodo sillón rojo del pasillo, del que levantarse no es fácil. La charla se inicia y la pregunta de este periodista no tardó en llegar.
Los años de la conformación del autódromo, la ciudadanía estaba comprometida, preguntó.
Su rostro lleno de alegría, lo dijo todo y recordó como los camiones que traían cemento, solo paraban para cambiar el aceite. Era el gobierno municipal del Intendente Cappelleti, recuerda.
Cacho Faustino brindó distintos detalles del autódromo, por cierto ya muy conocidos por todos, pero él los tenía que mencionar, aún están en su retina. Hasta me contó que el diseño del autódromo estuvo en la persona del Ingeniero Dottori.
Pero no es en esto en que me ocupó. Llama la atención, que esta situación que se vive hoy por el Autódromo Ciudad 9 de julio, parece que se ha manifestado antes.
Siendo Intendente Antonio Garbano (f), el año 1979, había intenciones que al autódromo se lo convirtiera en aeródromo.
“Fue entonces Garabano quien me pidió lo ayudara en gestiones para traer el TC, hecho que se dio y no se perdió el escenario que tanto había costado construirlo”, señaló.
En el año 1994 la situación tenía un carácter parecido y fue el entonces Intendente Jesús Abel Blanco (f), quien acudió a Cacho Faustino.
Pero a partir de ese año el Autódromo Ciudad de 9 de Julio pasó a manos de una empresa privada, contrato que se reivindicó en el 2004 y que finaliza en agosto próximo.
Pero Faustino trajo a colación un dato no menor, que tal vez puede explicar algunas cosas. Recuerda de una competencia de automovilismo en la que se agasajó a dos pilotos locales. Yoyo Maldonado había salido Campeón del TC 2000 y Daniel Cingolani sub Campeón, recuerda y expresa que para esa fiesta hicieron una encuesta, buscando conocer cuántos nuevejulienses participaban. La sorpresa fue grande, asegura, solo 774 espectadores eran de 9 de julio, el resto, unos 4.000, eran visitantes, señaló con dolor y se preguntó, por qué a los nuevejulienses les importa muy poco hoy el Autódromo.
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