Logística: 2021, el año de los quiebres de stocks

La fuerte demanda de máquinas, combinada con las dificultades de provisión de piezas, cortaron la cadena de suministros en el sector. Ocurre en Argentina y en otras partes del mundo

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La logística industrial tiene en 2021 a un año plagado de quiebres de stocks en el sector de la maquinaria.

En términos logísticos, un quiebre de stock ocurre cuando el consumidor busca comprar un producto determinado y éste simplemente no está en el punto de venta.

En el negocio de las agromáquinas, la fuerte demanda de máquinas, en un extremo, combinada con las dificultades de provisión de agropartes, en el otro, terminaron cortando la cadena de suministros.

Por un lado, ocurre que el cliente no obtiene en tiempo y forma la máquina comprada, y, por el otro, el fabricante no cuenta con las piezas para producirla.

La situación se repite en Sudamérica, donde Argentina, Brasil y Paraguay registran altos niveles de ventas, pero también es verificable en otras partes del mundo.

Hoy estamos más atrasados con el abastecimiento de piezas por parte de nuestros proveedores, que con las entregas de máquinas a los clientes”, resume el gerente comercial de una empresa internacional con presencia en Argentina.

Hay descontentos en la red comercial y en los clientes por nuestros atrasos para entregar máquinas”, agrega.

Causas

La pandemia ya había desacomodado la logística general durante 2020, al interrumpir la fabricación de máquinas y piezas por razones sanitarias.

En el segundo semestre del año pasado, hubo un reacomodamiento de las empresas, pero siempre con restricciones.

A comienzos de 2021, el combo se hizo completo, con materias primas escaseando y con sus precios disparándose a niveles satelitales.

«El aumento significativo de los precios de las materias primas es el resultado de la baja oferta de los fabricantes y el aumento de la demanda«, explican los fabricantes.

El proceso inflacionario implica la duplicación de los precios del cobre, el aluminio y el acero, por ejemplo.

Además, hay escasez de componentes electrónicos y plásticos, a lo que se agrega la falta de disponibilidad de ciertos grados de acero.

Antes, el plazo de entrega era de 10 a 15 semanas, y ahora estamos en 30 semanas, en algunos casos”, dicen desde la industria internacional.

Demoras

Para la industria agropartista de Argentina, la demanda de máquinas y el golpe de la pandemia se combinan para jaquear los programas de producción.

Tenemos que trabajar con protocolos y con personal que, debido a los contagios, no siempre estuvo completo”, explican desde una fábrica de agropartes de Marcos Juárez (Córdoba).

Otro inconveniente se plantea a la hora de hacer los números y comparar el precio al que se adquirieron las materias primas y el precio al que se le vende al fabricante.

Al final, no sabemos si conviene producir, porque cuando recibimos un pedido de agropartes arrancamos con un costo, y cuando entregamos es muy posible que tengamos otro más alto”, se lamentan los agropartistas.

El panorama puede adicionar más complicaciones cuando avance la campaña 2021/22 y se incrementen los pedidos de repuestos para sembradoras, cosechadoras y tolvas.

En el mundo

En el resto del mundo, la situación es similar y pone a las compañías a pensar en soluciones para anticiparse a males mayores.

En Europa, por ejemplo, Class abrió un programa para pedidos de 2022, con incentivos para ayudar a gestionar las interrupciones de la cadena de suministro y con un sistema de producción según la demanda.

El enfoque principal de Claas es garantizar el acceso a los componentes necesarios para construir máquinas y por eso estimula a los productores a emitir sus pedidos durante el período del Programa de Preventa de la empresa.

Fuente e imagen: Maquinac

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