La República Perdida
Por Paolo Barbieri, concejal del partido de 9 de Julio
Las elecciones del domingo pasado en Tucumán dejaron al desnudo lo peor de la política argentina, urnas fraguadas, incendiadas, tiros, heridos, muertos; con un mensaje que parecería afirmar que una derrota oficialista es una opción imposible, y en caso de concretarse se aplicaría la “Tierra Arrasada”.
Justo en Tucumán, la cuna de la Independencia, el jardín de la República! La provincia del valor argentino, donde Belgrano detuvo a los realistas y salvo la revolución, donde un Congreso declaró la Independencia en un momento altamente riesgoso. Justo en Tucumán y cual si fuera un mensaje del destino que nos grita y nos implora que terminemos con esta infamia, el sistema electoral volvió a fallar. Una vez más demostró cuan fácil es fraguarlo, baste de ejemplo que había más de 100 boletas por cuarto oscuro, lo que habla de un anacronismo ya intolerable e inexplicable de la forma de votar, solamente sostenido por oficialismos cuasi feudales que son los únicos beneficiados con esta situación.
Para seguir con la crónica los candidatos oficialistas, y como ya es costumbre, volaron a Tucumán en aviones presidenciales, se llamaron a silencio en los momentos cruciales donde muchos fiscales se jugaban literalmente la vida, jamás intentaron calmar las aguas. Es reiterada la actitud ya que nunca se opondrán a los integrantes de su propio partido que eran quienes sostenían los desmanes, son cómplices sin lugar a dudas.
Lamentablemente la Argentina de los últimos años, donde recrudecieron las divisiones y los enfrentamientos, nos duele en lo más profundo del alma. Todos los argentinos que pretenden un país mejor, una vida mejor luchan día tras día sin más capital que la decencia para desterrar estos abusos que el tiempo y la costumbre parecen haber hecho respetables y eternos.
Pero en frente nuestro tenemos a los Aníbal Fernandez, a los Milagros Salas, a los que ensucian, a los que agreden, a los que nos enseñaron que la violencia política era parte del pasado, que al “Fraude patriótico” lo encontrábamos únicamente en los libros de historia; a quienes nos quisieron inculcar que ganar una elección daba derechos ilimitados, como si eligiéramos un rey en vez de un presidente; que quisieron por último acostumbrarnos a que los gobernantes eran los dueños del Estado y podían usar sus bienes (incluso sus aviones) para fines personales o partidarios.
Pero nada de esto es correcto en una República, y así como en 1983 recuperamos la democracia ahora en octubre tenemos que recuperar la República, y trabajaremos día y noche para que nuestro mensaje llegue a todos los rincones y podamos así convencer a la mayor cantidad de vecinos posible, para que esta cruzada sea una bisagra en la historia política de nuestro país y podamos de una vez por todas reemplazar a quienes hace más de 27 años nos gobiernan.
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