En un jardín de los Países Bajos florece una rara planta con una forma alta y fálica. Se le conoce como «planta de pene», y es solo la tercera vez que la especie florece en Europa desde 1997, según el jardín botánico de la Universidad de Leiden, Leiden Hortus Botanicus.

La planta de seis años, cuyo nombre científico es Amorphophallus decus-silvae, fue cultivada por el voluntario del jardín Rudmer Postma, según un comunicado de prensa. El personal del jardín observó por primera vez el capullo floral a mediados de septiembre y, en poco más de un mes, el capullo alcanzó medio metro de altura, con el estrecho tallo alcanzando hasta 2 metros.

«Pocos jardines botánicos tienen Amorphophallus decus-silvae en su colección, lo que hace que la floración de la planta sea especialmente rara», señala el comunicado.

Originaria de la selva tropical de Indonesia, la “planta de pene» requiere un entorno de crecimiento muy cálido y húmedo, por lo que es difícil de cultivar en Europa. Pero su terrible y penetrante olor, parecido al de la carne podrida, ayuda a los jardineros a predecir cuándo florecerá, lo que, según el comunicado, ocurre en dos fases: la fase de floración femenina y la fase de floración masculina.

Durante la fase de floración femenina, la parte blanca de la flor, con forma de falo, llamada espádice, se calienta y emite el olor.

«Todavía no olía muy mal, pero se hizo más intenso por la tarde», dijo la voluntaria del jardín y profesora de yoga Roos Kocken en un video de TikTok que publicó el 22 de octubre.

Los polinizadores, incluidas las moscas, se sienten atraídos por este olor, por lo que acuden a la planta y se cubren de polen que la planta produce durante su fase de floración masculina. Como no hay otra planta de pene en el Hortus Botanicus de Leiden, el personal está recogiendo el polen para utilizarlo más tarde o enviarlo a otros jardines botánicos, según la universidad.

Para las plantas Amorphophallus de mayor tamaño, no es inusual que pasen muchos años entre las floraciones, dijo Susan Pell, subdirectora ejecutiva del Jardín Botánico de Estados Unidos.

La floración de las plantas Amorphophallus emerge de sus estructuras subterráneas llamadas cormos, que son como la parte subterránea de los troncos de los árboles, explicó.

«Esa floración utiliza toda la energía que se ha almacenado en ese cormo. Y para que vuelva a florecer, ese cormo tiene que producir una serie de hojas a lo largo de… entre tres y 10 o 12 años, probablemente, para volver a acumular la energía suficiente para soportar una floración, que realmente ocupa ese cormo durante más de un año», añadió Pell.

Entre los parientes cercanos de la planta se encuentran el Amorphophallus gigas y el Amorphophallus titanum, o “planta cadáver”, esta última conocida por su hedor característico durante el periodo de floración. La flor cadáver se ha expuesto en jardines populares como el Hortus Botanicus de Leiden, el Jardín Botánico de Estados Unidos y el Jardín Botánico de San Diego.