La docente bonaerense Karina Sarro quedó entre los 10 finalistas del Global Teacher Prize
Entre los diez docentes finalistas del Global Teacher Prize – conocido como el “Nobel” de educación – hay una postulante argentina: se trata de Karina Sarro, una docente bonaerense que compite con profesores de Australia, Francia, Malasia, Malawi, India, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Arabia Saudita y Colombia. El veredicto del certamen, que le otorga un millón de dólares al ganador, se sabrá entre el 11 y el 13 de febrero, y se anunciará en Dubai.
Karina Sarro es experta en tecnología y coautora del libro – junto a Sabina Bozkovich – “La trama de la robótica educativa en la escuela”. Se desempeña en distintas instrucciones educativas y niveles: la Escuela de Educación Secundaria N°50 “Francisco Álvarez”, en el CENS 451 y 454 y en la Escuela Secundaria Politécnica de la Universidad Nacional de Moreno.
Sobre la postulación al premio, contó que “fue una sorpresa”, porque la anotó su marido, quien es testigo de cómo trabaja y se entrega a la labor cotidiana de enseñar. En esa línea, al haber quedado seleccionada, aseguró que “es muy lindo porque uno puede contar lo que hacen nuestros estudiantes en el día a día”.
En una entrevista con el noticiero de la Televisión Pública, Sarro reconoció tener “el mejor trabajo, porque está rodeada de grandes estudiantes que son los protagonistas de todo esto, dando la posibilidad de trabajar en diferentes proyectos, (viendo) que les apasione estar en el aula, ya que llega el momento del recreo y n nos damos cuenta”.
La docente se definió como “rebelde” y resaltó que es necesario que los estudiantes vengan con propuestas para poder trabajar, que se constituyen como “grandes desafíos” para su rol docente
En esa línea, habló de la necesidad de modificar algunos aspectos de los vínculos dentro del aula y con el conocimiento, ya que el área tecnológica es, justamente “el mundo en el que habitan” los jóvenes.
“Está bueno que el aula sea diferente, que podamos transitarla con otra libertad, me gusta estar deambulando en el aula y que sean ellos los que estén presentando sus proyectos”, indicó la profesora. Y añadió: “Ellos mismos te van preparando para cambiar las cuestiones áulicas, te das cuenta que están leyendo pero también están programando, están estudiando, pero el contenido es acorde a lo que están acostumbrados a transitar, estamos entrando a su mundo”.
Tal como explica Fundación Varkey, entidad que selecciona a los docentes y entrega la distinción, el Global Teacher Prize es un premio anual de un millón de dólares que se le otorga a un educador “extraordinario y comprometido” que haya alcanzado un impacto inspirador en su escuela y en su comunidad.
El ganador será elegido por un jurado compuesto por directivos de escuelas, expertos en educación, periodistas, funcionarios públicos, emprendedores tecnológicos y científicos.
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