La burocracia interminable: Un productor requiere hacer 270 tramites si quiere producir
Un informe realizado por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), da cuenta que un productor de 200 hectáreas necesita realizar unos 270 trámites anuales entre permisos, certificaciones y demás obligaciones burocráticas. La desburocratización parece ser uno de los ejes de la nueva gestión en el Ministerio de Agroindustria. Difícil tarea, pero sin lugar a dudas, necesaria para que los productores focalicen su tiempo en lo que mejor saben hacer «PRODUCIR».
La falta de coordinación entre las diferentes áreas de Gobierno y sus diferentes estratos, Nacional, Provincial y Municipal; conlleva a una serie de distorsiones y complejidades que dificultan el normal desempeño del sector. En una reciente encuesta realizada a productores de CRA de todo el país podemos ver una serie de hilos conductores, determinantes a la hora de aumentar la carga burocrática que soportan; estos «hilos conductores» se transforman así en los argumentos principales a la hora de expresar la complejidad de trámites a los que están expuestos:
-Duplicidad de información solicitada por las diferentes dependencias del Estado.
-Complejidad de tramitación, por los requerimientos.
-Falta de Flexibilidad en los datos aportados, frente a imprevistos.
-Duplicidad de imposición de tasas sobre un mismo objeto.
-Falta de capacitación del personal que atiende.
-Superposición de tareas en los organismos.
-Desigualdad frente a lo requerido a otros sectores.
-Falta de utilidad práctica en cuanto al objetivo del trámite.
A la hora de señalar aquellos que más críticas reciben y argumentar su posición vemos con agrado el buen manejo de información por parte de los productores, enumeraremos algunos de los ítems objetados y su fundamentación según los resultados de la encuesta:
-TIRE: Hay una superposición de datos con el RENSPA, el Registro de inscripción de actividad en AFIP, las declaraciones Juradas de AFIP y la Presentación de Ganancias en AFIP.
-RUCA: Requiere de una complejidad de tramitación por los requerimientos, engorrosa inscripción y reinscripción, superposición de datos con el Registro de inscripción de actividad en AFIP, lo que genera una desigualdad frente a lo requerido a otros sectores.
-Guía de Transporte: Impuesto Municipal. Con una superposición con Dt – e del SENASA, lo cual es una doble tributación sobre el mismo -objeto, creada con el espíritu de con amplias diferencias de precios cobrados entre municipios.
-Aviso de Señalada y Permiso de Marca: Para la ganadería ovina y bovina, el cual no presenta utilidad práctica.
-Stock de Granos destinados a Venta: Hay una evidente falta de flexibilidad en los datos aportados, frente a imprevistos.
Si bien muchos de estos trámites son solicitados por distintas dependencias del Estado, tanto a nivel Nacional, Provincial y Municipal, es el productor el que debe destinar su tiempo a estas formalidades muchas veces sobredimensionadas y complejas, que duplican el tiempo requerido, o solo tienen objetivo recaudatorio.
Un párrafo aparte se lo lleva la AFIP, ya que es una de las dependencias con mayor volumen y calidad de información, pero parece generar constantemente controles de controles, y suele tener una fuerte resistencia a compartir y validar protocolos con otras dependencias que cuentan con información similar, ni que hablar de los embargos de cuentas que se han masificado y tienen un proceso de levantamiento anquilosado que termina impactando de lleno en el manejo financiero de de los productores, congelando sus depósitos, impidiendo la acreditación del cobro de sus ventas y obligándolos a Triplicar el giro de capital comprometido para evitar la caída de la cuenta corriente.
Todo este trasfondo termina empujando a muchos pequeños y medianos productores a la informalidad, y es la peor de las situaciones en donde pueden estar, allí no hay capacidad de negociación, precio de referencia ni seguridad de cobro.
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