El ajuste que pretende hacer Scioli perjudica con mayor intensidad a los pequeños productores

El ajuste del impuesto Inmobiliario Rural que pretende implementar el gobierno bonaerense de Daniel Scioli perjudica más a los pequeños productores que a los grandes.

Veamos un caso real presentado en un trabajo realizado por Daniela Cimadamore del estudio Barrero & Larroudé. Se trata de un campo de 534 hectáreas, localizado en Olavarría, que venía pagando unos 81.512 pesos anuales por Inmobiliario Rural y que –si se aprueba el proyecto de Presupuesto enviado por el gobierno de Scioli a la Legislatura provincial– deberá en 2015 desembolsar 106.987 pesos. Es decir: un 31% más.

Pero la cuestión es que tal ajuste impositivo, al incrementar el valor de la base imponible del inmueble rural, también aumenta la carga impositiva de tributos aplicados por el Estado nacional.

En lo que respecta a Ganancia Mínima Presunta (GMP), el campo de Olavarría, que en 2014 abonó 17.522 pesos por ese concepto, en 2015 (si se aprueba a propuesta de Scioli) tendrá que pagar 22.779 pesos (+30%).

¿Qué sucede si es una explotación unipersonal o una sociedad de hecho la que produce esas 534 hectáreas? En tal caso el propietario-productor, que en 2014 pagó 24.532 pesos por el impuesto a los Bienes Personales, en 2015 tendrá que abonar 31.891 pesos (+30%). Eso, sumado al Inmobiliario Rural y GMP, implica un aumento de pago de impuestos de 32.835 pesos adicionales por año fiscal (de los cuales 7360 pesos serán recaudados por el gobierno nacional).

Diferente es el caso de las sociedades regularmente constituidas (como una Sociedad Anónima o una Sociedad de Responsabilidad Limitada), porque en tales situaciones la normativa determina que en Bienes Personales se valúa el campo al costo del último balance cerrado.

Eso implica que, en el ejemplo del campo de Olavarría, en caso de que el mismo sea parte de una sociedad, el impacto del ajuste tributario, sumando Inmobiliario Rural, GMP y Bienes Personales, será de un pago adicional de 25.475 pesos en 2015 con respecto a 2014.

“Si analizamos las variaciones en el impuesto a los Bienes Personales, podemos observar que las sociedades regularmente constituidas tienen ventajas respecto de los demás sujetos, ya que la valuación será al costo del último balance y, dependiendo de la fecha de adquisición del inmueble rural, el valor de costo generalmente será inferior si se lo compara con la base imponible”, explica Daniela Cimadamore.

“Otras de las ventajas que podemos mencionar para las sociedades regularmente constituidas es que para determinar el Impuesto a los Bienes Personales-Acciones y Participaciones siempre se aplica la alícuota de 0.50%, mientras que los demás sujetos aplican una alícuota progresiva de 0.50% a 1.25%”, añade.

Fuente e Imágenes: valorsoja.com