Informe de rentabilidad campaña 24/25: Como le fue a la agricultura, ganadería y el tambo
El Informe de Rentabilidad de Grupo Cencerro muestra que la agricultura cerró en equilibrio, mientras ganadería y lechería lograron recomponer márgenes e impulsar inversiones.
Esta campaña 24/25 cierra, como tantas otras, con desafíos sobre la mesa para el productor agropecuario. Si bien desde lo climático podemos pensar que (en el corazón de la pampa húmeda, en otras zonas, no) fue un año normal, el negocio claramente presenta sus matices y adversidades.
Sin mirar dentro de los negocios todavía, el contexto económico y político de nuestro país y las reglas de juego donde el productor tiene su tablero habían cambiado mucho con respecto a campañas pasadas. Y ese cambio tan rotundo generó en varios estamentos de empresarios rurales cierta duda o parálisis esperando que “lo viejo” volviera, analizo Grupo Cencerro en su informe de rentabilidad de la campaña 24/25.
Rentabilidad de la campaña 24/05 por actividad agropecuaria
Sobre una base de análisis en 600 mil hectáreas gestionadas en Grupo Cencerro perteneciente a 180 empresas agropecuarias, la rentabilidad de las actividades productivas: en agricultura, se dio buen rinde en varias zonas, pero con un poder de compra menor. Menos reservas después de dos campañas negativas. Precios en caídas y tasas que no ayudan.
En cambio, para la ganadería, precios, clima y política han favorecido, el contexto es excelente en cuanto a la relación insumo-producto en la carne. La ganadería tuvo una recuperación post sequía, donde cuenta con forraje abundante, tacos en altos niveles, y en cuanto a los mercados tiene una fuerte demanda tanto interna como externa.
Por el lado del tambo, también la relación leche-insumos, tiene una excelente relación, donde se suman costos competitivos. Hay márgenes en recomposición, forraje recuperado, stock de silaje y precios records en U$D/Lt.
Conclusiones de la campaña 24/25
En Grupo Cencerro en su análisis subrayaron que “aquellas verdades que tomamos como inobjetables durante los últimos 10 años liderando empresas agropecuarias se pusieron en jaque.
Esta realidad nos obligó a reinventar la forma en que analizamos los negocios agropecuarios y eso fue un gran desafío para nosotros como empresa, como profesionales y como ciudadanos que vivimos en un país donde las reglas de siempre cambiaron todo el tiempo y, este año, por primera vez para muchos, hubo cierta estabilidad.
Recuerdo esta misma columna hace un par de años atrás. El negocio para las empresas agropecuarias era endeudarse en pesos a tasa fija y que la devaluación de la moneda impacte favorablemente en la apreciación de los activos dolarizados que tenía la empresa.
Es decir, en criollo, me quedo con los granos que cotizan al ritmo del dólar y los insumos los pago en pesos a los premios. Esa fórmula nunca falló. El gran tema es que en la 24-25 eso no existió.
Expliquémoslo más simple, simulemos que la gestión es una gran caja de herramientas que tiene el productor a disposición y la que más usa es la “llave francesa”. Podemos afirmar que en la 24/25 los productores perdieron la llave francesa y eso fue un gran desafío para muchos que se vieron obligados a cambiar el chip rápidamente para adaptarse al nuevo escenario y así poder gestionar mejor los recursos de la campaña que pasó.
Que viene para la 25/26
De cara a lo que viene, pensamos que la 25-26 nos traerá una temporada donde las banderas sean el análisis y la eficiencia. Cada crédito merecerá ser estudiado el doble, cada kilo sumará muchísimo a la rentabilidad de cada unidad de negocio.
Si sumamos la complejidad del negocio y la aceptación de los productores a dedicar tiempo a hacer control de gestión podremos visualizar que las empresas agropecuarias de nuestro país tienen un gran futuro por delante. Creemos que estamos en un momento donde cada productor tiene en sus manos una enorme oportunidad y es la de profesionalizar su empresa para impulsar su crecimiento.
Grupo Cencerro
Acerca de Grupo Cencerro, es un espacio conformado por un grupo de profesionales jóvenes de distintas zonas productivas del país, focalizados en la ayuda a productores rurales a profesionalizar la administración del negocio, generando un control de la gestion, donde se busca asegurar el mejor resultado en tres etapas: reportes, procesos y toma de decisiones.
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