El 73% de la región pampeana con 50 a 300 mm más que la media en lo que va del 2025 plantea buenas reservas para el trigo y el maíz 2025/26

A excepcion de una parte del oeste bonaerense como lo es 9 de Julio, Casares y Bolivar afectado por exceso de agua

Share on FacebookShare on Google+Tweet about this on TwitterShare on LinkedIn

En lo que va del 2025, las lluvias ya superan ampliamente los valores medios históricos en el 73% de la región pampeana. El noreste bonaerense fue la zona que recibió la mayor cantidad de agua, superando en más de 300 mm lo que suele llover en esa zona (entre 550 a 650 mm). Chacabuco lleva acumulados 1040 mm en lo que va del año y 9 de julio, 1030 mm. Baradero marcó 950 mm y Saladillo, 930 mm.

Este es un indicador muy importante para la producción del trigo argentino. ¿Por qué? Por una cuestión de circulaciones atmosféricas, suele pasar que llueve bien para el trigo en Buenos Aires (con muchas más chances por el patrón típico de las lluvias invernales) o que llueve bien para el cultivo en el resto de la región pampeana. Pero que le vaya a bien en materia de lluvias a toda la región pampeana, eso sí que es difícil que ocurra y es lo que está pasando. De hecho eso fue uno de los fenómenos que se vio en la campaña record 2021/22 de trigo, cuando se obtuvieron 23 Mt.

Julio confirmó los pronósticos de un invierno con lluvias por encima de lo normal y con una muy buena distribución, llegando al oeste y hasta algunas zonas del norte del país. Julio fue otro mes muy importante para aumentar las probabilidades de esperar un escenario de alta producción.

También es cierto que falta mucho por andar, octubre es un mes clave. Además, técnicos y productores están en alerta, previendo que va a ser un año que se van a tener que hacer muchas aplicaciones por enfermedades. Aún así, el trigo entra a octubre con ventaja y muy bien posicionado, a diferencia del año pasado: esta vez, la condición muy buena abarca al 80% del área cultivada.

Lote en el partido de 9 de Julio, lindante a la ruta nacional 5 con agua y un camino anegado

La siembra de trigo en 6,9 M ha, mientras se afirma una proyección que podría superar los 20 Mt

Buenos Aires y La Pampa, dos provincias que un mes atrás tenían superficie pendiente sembrar, finalizaron la implantación. Para Buenos Aires se sostienen los recortes de área estimados hace un mes, de 100.000 hectáreas menos concentradas en el noreste y sudeste provincial. En el sudeste bonaerense se intentó completar el plan inicial con ciclos cortos después del 15 de julio, pero los excesos hídricos de mediados de mes y el ajuste en los márgenes del trigo inclinaron la balanza hacia la cebada y también por el girasol por mejores perspectivas económicas. A pesar de estas bajas, se sostiene el área sembrada en 6,9 M ha, tal como se implantaron en la campaña récord de trigo, la del 2021/22.

Es interesante ver la situación del norte del país. Hace un mes la falta de agua paralizaba siembras y se notaba un deterior en el cultivo. Hacia el norte, en Santiago del Estero, se había cerrado la siembra por falta de agua, descontándose 40.000 hectáreas. Actualmente, se espera la llegada de lluvias que mejoren el estado de los cuadros implantados, que hoy se encuentran regulares debido a emergencias irregulares. También sería muy importante que llueva para lanzar la siembra de girasol, en la que hay muchas expectativas puestas, más cuando hubo muy buenas experiencias en la campaña pasada en siembras tardías que lograron altos rindes. Gracias a esa experiencia, en este año se amplió la ventana de siembra hasta el 15 de octubre, lo que permite más margen para recargar perfiles de humedad, pero que también hace que haya intención de sumar más hectáreas.

En Chaco también se mantiene un recorte de 60.000 ha en trigo. Los trigos muestran una condición muy buena, con lotes parejos como hacía tiempo no se veía, gracias a las lluvias de julio. En principio las precipitaciones no han sido generalizadas para la provincia, pero algunas tormentas llegaron a zonas del oeste con hasta 120 mm, como en Gancedo. Pero los perfiles comienzan a demandar agua por la mayor evapotranspiración y porque los primeros cuadros sembrados ya están espigando.

Bajo un escenario climático normal y rindes promedio, el área de 6,9 M ha podría resultar en una producción de 20 Mt.

En el cierre de la cosecha de maíz 2024/25

Respecto de la campaña 2024/25, el avance de 15 puntos porcentuales respecto del mes pasado, las labores de recolección de maíz cubre el 88% de la superficie, confirmando las estimaciones precedente de un rinde nacional de 69,2 qq/ha, un área cosechable de 7 M ha y una producción total de 48,5 Mt.

 

Con la mira en la campaña 2025/26, se espera más maíz, pero se advierten serias señales de presencia de chicharrita en el norte

Las señales de recuperación del área maicera para la 2025/26 son claras en general, con mayores certezas para el centro del país, pero con un norte en el que la chicharrita vuelve a generar preocupación.

Para la región central, las intenciones de siembra son de un rango de aumento interanual de 15 a 20%.  Esto se da en un contexto en el que la soja pierde atractivo por márgenes, hay una lenta exploración hacia la integración con la ganadería en determinadas zonas y el maíz cuenta con excelentes expectativas debido al punto de partida de las reservas de humedad para las siembras tempranas.

En el sudeste bonaerense, la superficie se mantendría sin cambios respecto al ciclo pasado.

Hacia el nordeste hay una cautela importante. En Santiago del Estero se proyecta una relación de 60% maíz y 40% soja, con incremento de área destinada a girasol. El principal motor para incrementar el área maicera es la alta proporción de rotaciones soja sobre soja o soja-trigo-soja, que ronda el 90%, y obliga a diversificar con maíz. Pero hay temor, ya que algunos productores planean sembrar maíz temprano, lo que inquieta a los asesores técnicos por el riesgo de aumentar la presión de inóculo para las siembras posteriores.

En Chaco también se sembraría más maíz, pero se estaría muy lejos de recuperar los valores históricos previos al gran brote de chicharrita. La plaga ya enciende alarmas en esa provincia: en las trampas instaladas en Gancedo, Pinedo y Sachayoj se registran más de 300 insectos, una población considerada altísima. La chicharrita, de hecho, ya se observa en lotes de trigo, que, si bien no lo afecta, le sirve de hospedante para pasar el invierno. Otro freno para el avance del maíz en el norte son los márgenes ajustados. En Chaco dejan muy claro que los costos productivos y de transporte dejan al algodón y al girasol como los únicos cultivos que son negocio.

Deja un comentario