En Argentina, cada 1 de diciembre se conmemora el “Día del Ama de Casa”. La fecha se estableció en 1958 y fue determinada por la Liga de Amas de Casa, una asociación que fue creada un año antes para la defensa de las mujeres trabajadoras que desarrollaban el cuidado de sus hogares.
El objetivo de esta fecha, también apunta a reflexionar sobre esa realidad cotidiana que muchas veces pareciera ser invisible. El trabajo no remunerado del hogar, llevado a cabo mayoritariamente por mujeres, por el que se producen bienes y servicios esenciales no es considerado trabajo. Las amas de casa son consideradas inactivas por todo el sistema estadístico y de información.
La Liga de Amas de Casa
Es una asociación fundada en 1957. En aquellos tiempos tenía mucho peso, y las primeras integrantes fueron invitadas por el ministro de Comercio a formar parte de la Junta Nacional de Precios y Abastecimientos.
En 1958 la Liga participó de la reglamentación de la Ley de Personal Doméstico. Entre 1960 y 1970 hicieron campañas de acción social y capacitación e incluso, integró la Comisión de Enlace por Naciones Unidas. También, en los 80, durante la hiperinflación, tuvo un rol destacado en la denuncia del problema.
Según explicaron, fue fundada con el objetivo de fortalecer a las familias y las comunidades, fomentando, a través del desarrollo de proyectos culturales, sociales y educativos, acciones dirigidas a privilegiar el ámbito familiar como eje constitutivo de la vida de las personas; facilitar el acceso a diversos contenidos y experiencias vivenciales orientadas a potenciar el desarrollo personal de todos los integrantes de la familia; estimular el encuentro, el diálogo y los vínculos familiares.
Por su parte, las personas ocupadas, con edades de entre 15 y 74 años dedican, en promedio cerca de 7 horas por día al trabajo remunerado y no remunerado.
Entre ambos sexos existen diferencias, ya que ellas dedican 3 horas diarias a las labores domésticas y 1 hora al cuidado de niños y adultos y 2 horas y 3/4 al trabajo para el mercado. Los varones destinan en promedio 5 horas al trabajo para el mercado, algo más de una hora para la labor doméstica y menos de 1/2 hora al cuidado.