Noviembre, desde el punto de vista climático, le dio continuidad a la recuperación de humedad de los suelos en la amplia región pampeana, y le ha devuelto impulso y esperanza a los productores tamberos, ganaderos y chacareros. Hay pasto, hay siembras, y podría haber más reservas.

El SMN, para la Cuenca Oeste, y en NOV-DIC-ENE pronosticó lluvias normales o por debajo, y temperaturas normales o por encima de lo normal. En el marco de una “Niña” que, por ahora, y para nuestro beneficio, se ha expresado más en los papeles, que, en el terreno, expreso en su informe correspondiente a noviembre 2024 la Cámara de Productores de Leche del Oeste Bonaerense (Caprolecoba).

En cuando al principal insumo del tambo, el forraje, el dato de Caprolecoba es que la base forrajera continuó su recuperación en noviembre, colaborando en lo inmediato con la competitividad de nuestros costos. A lo cual se sumó una buena relación de precios de la leche con los alimentos concentrados.

Noviembre/Diciembre: Nos acercamos al fin de un buen año para nuestra lechería

No ha sido posible decir esto con frecuencia en el pasado, pero esperamos que pueda ser habitual en el futuro: Culmina, en general, un año de recupero de nuestra cadena láctea, en su conjunto.

La variación anual de los precios, ha sido (hasta octubre) +223,3% en salida de fábrica, y +234,1% en tranquera de tambo. Noviembre: esperamos un nuevo ajuste del precio a los tambos, que no le pierda el rastro a inflación/dólar. Y en diciembre convendría empezar a compensar los mayores costos del verano para acotar la caída estacional, describio Caprolecoba

Una “macro” más lógica y estable, ayuda a nuestro desarrollo competitivo

Finalmente, la entidad de tamberos del oeste bonaerense, puntualizo que el nuevo entorno “macro” que impera en el país brinda a la lechería mejores condiciones para su desarrollo, enumerando lo siguiente:

1. Estabilidad económica, 2. Menor Inflación, 3. Regreso del crédito, 4. Mercados desregulados, 5. Menor intervención estatal en el comercio, 6. Déficits mutados en superávits, etc.

Quedan muchos “pendientes” aún, que afectan al campo (DEX, Cepo al u$s, Presión tributaria), pero se percibe un “cambio de época”, con reglas de juego más lógicas, que habrían llegado para quedarse. Esto renueva expectativas en el sector, que, materialmente, se vienen expresando en un flujo de inversiones creciente. El productor sabe que el futuro de su empresa, depende hoy de sí mismo, de su productividad y su competitividad.