Amplia adhesión a las celebraciones de «viernes santo» por parte de la comunidad catolica
Una gran cantidad de vecinos acompañó las diferentes celebraciones que se desarrollaron el Viernes Santo en Nueve de Julio, la ciudad cabecera de la diócesis con asiento en nuestra ciudad.
La jornada, en la que se conmemora el día que crucificaron a Jesús en el Calvario, comenzó por la mañana con la recorrida en bicicleta por siete parroquias, iniciativa que adoptó Nueve de Julio que se realiza por tercer año consecutivo. Allí más de un centenar de niños y padres, acompañados por el cura párroco Guillermo Gómez y por el mismo obispo, Monseñor Ariel Torrado Mosconi.
La jornada siguió por la tarde con la celebración principal del día en la Iglesia Catedral y que conmemora la muerte de Jesús. Con el templo a media luz y con el altar despojado de todo tipo de ornamentos, el comienzo de la celebración se realizó en absoluto silencio en donde el obispo se postró frente al altar con el rostro en tierra, recordando la agonía de El Salvador.
Durante la celebración el obispo que junto al diácono Ariel Palanga vistieron con ornamentos rojos, en recuerdo de la sangre derramada por Jesucristo, realizó una comparación de la agonía de Jesús con la de cada una de los cristianos. “A veces el Vía Crucis, me refiero a la pasión de nuestras vidas, se hace muy larga porque es difícil llevar a cuestas nuestras cruces, sintiéndonos muchas veces solos… Pero debemos tener la esperanza que son el camino hacia nuestra salvación”, remarcó durante su homilía.
Allí el Padre Guillermo Gómez, cura párroco de la Iglesia Catedral de Nueve de Julio, finalizó la celebración recordando los orígenes la significancia del Vía Crucis para los católicos. Por último y monseñor Ariel Torrado Mosconi realizó la bendición final con la que dio por concluido uno de los días más conmemorativos y profundos del cristianismo.
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