Día de la Maquinaria Agrícola: la industria tiene poco para festejar
Cada 12 de diciembre, Argentina celebra el Día de la Maquinaria Agrícola, en conmemoración del momento en que el entonces Presidente de la Nación, Juan Domingo Perón, declaraba por decreto a la industria de«interés nacional». Para este año, el sector no encuentra motivos de celebración.
A lo largo de este año, los números no daban resultados positivos para las ventas del rubro. En el primer trimestre, la caída superaba el 20% en más de la mitad de las empresas de maquinaria. Para el final del segundo trimestre, la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola ya calculaba que el número de mermas ascendía al 35%, y su Presidente, Raúl Crucianelli, adelantó que prevén que para el cierre de este año, la baja alcance el 50%.
El vicepresidente de Claas Argentina, Reynaldo Postacchini, dialogó con Agritotal y asegura que las caídas se aumentaron en gran medida en la segunda mitad del año. «La industria tiene una gran cantidad de empleados y el sector financiero está muy caro como para que podamos afrontar todos esos costos», explica.
Por su parte, la titular de Agrometal, Rosana Negrini, remarca que, si bien empezaron el año pensando que el gran problema podría ser la sequía, el tema que sorprendió y afectó gravemente al sector fue la falta de financiamiento. En ese sentido, cuenta que se logró sólo el 45% de lo que marcaban las expectativas volcadas en el presupuesto para este año. La firma registra caídas del 35% respecto al 2017, y su Presidenta resalta que las operaciones fueron en su gran mayoría malas y «peleadas».
En su caso, Agrometal había decidido algo que no hacía normalmente: no cerrar en enero por mantenimiento, y seguir trabajando. «Decidimos desestacionalizar, trabajar todo el año, y después nos encontramos con un tren de frente y tuvimos que empezar a poner frenos y quedarnos con un montón de máquinas en el patio», dice Negrini.
El cliente necesita créditos. Así lo determina Negrini, que reclama por la desaparición del crédito tanto de los bancos públicos como de los privados. Además, cuenta que con la llegada del fin de año, no salieron a intentar el pago de intereses tan altos que ponen los bancos, sino que apelaron a vender de contado con algunos descuentos especiales que les permita pasar el último tramo del 2018.
A su tiempo, Postacchini adelanta que la tendencia no cambiará en el 2019. Para el representante de la firma alemana, el año electoral no traería mejoras para el rubro, sino que -por el contrario- la industria no encontrará salida. Sus esperanzas se limitan a los resultados que podría traer una buena cosecha, que cambie «un poco» el ánimo. De todas maneras, su estrategia será buscar alternativas de financiamiento para los clientes finales, pero advierte que «si ellos no tienen rentabilidad tampoco tenemos chances, por más que hagamos negocios a tasa cero».
¿El Gobierno tiene medidas a su alcance para revertir esto? Sí: «Esto es un proceso de toda una gran cadena de producción que sufre costos altísimos y la vuelta de las retenciones que sacan dinero a los productores para pagar el gasto del Estado». Postacchini confía en que los dirigentes entiendan la necesidad de incentivar al sector desde lo impositivo para que genere más empleo.
Para Negrini, el panorama es menos oscuro. Al menos, confiesa que mantiene sus esperanzas de que el 2019 venga mejor. «Es muy difícil que sea todavía peor», dice, y confía en que -si bien no tendrá los récords pensados- esta cosecha será mejor que la pasada, por lo que la economía podría empezar a acomodarse y el Gobierno podría empezar -en contexto electoral- a «aflojar un poco», reacomodando las tasas.
Carola Urdangarin /Agritotal
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