Nota de opinion
La basura, las excusas y los juicios tienen algo en común, huelen mal
Por mi formación profesional, siento la necesidad de señalar algunas cuestiones jurídicas sobre la frustrada adquisición del inmueble para un nuevo relleno sanitario.
En primer lugar, se omitió cumplir con los pasos legales básicos de una operación inmobiliaria de varios millones de pesos, que también define un problema estratégico a toda la comunidad. En segundo término, se omite informar de manera correcta sobre las consecuencias jurídicas de este error y la «solución» que implica un juicio de expropiación.
Partamos desde la pregunta inicial ¿Cómo comprar o vender un inmueble?
Toda vez que fui consultado en el estudio jurídico, o cualquier vecino que haya sido asesorado por un colega o martillero, sobre la compra o venta de un inmueble, sabe que son necesarias algunas cuestiones básicas: un contrato (más conocido como boleto) donde se establecen las reglas básicas del acuerdo entre el dueño y el comprador; un informe de dominio para asegurarse negociar con el dueño (o que esté de acuerdo) y algunos otros recaudos formales.
Es difícil entender que un funcionario público con las responsabilidades de un intendente, con asesores legales formados que lo instruyen, decida resolver esta gestión clave y trascendente para todos los vecinos «de palabra» y sin tratar con el dueño…es decir ¡se acordó «de palabra» con un tercero!
Los libros de derecho indican que en estos casos quien vende una cosa ajena e incumple por no poder entregar el inmueble debe pagar los daños que ocasiona, de acuerdo a lo convenido en el contrato, pero lamentablemente acá no hay nada firmado. Quién paga el daño? Todos nosotros.
Ahora, para intentar subsanar su error, se propone expropiar el inmueble. Para ser claros: Se pedirá, mediante una ordenanza, a la provincia que gestione una ley (si, una ley con todos sus idas y vueltas) para adquirir la propiedad, pagando un precio que el mismo Estado fijará. En caso de ser rechazado el precio, siempre lo es, se resuelve mediante un juicio, con las demoras y los altos costos que ello engloba.
¿De dónde va a salir el dinero ahora?
Asimismo, todos los vecinos de nuestra ciudad perdimos la oportunidad de que un privado pague el inmueble del relleno sanitario (el acuerdo caído, implicaba la cesión del inmueble para el relleno como pago de la tasa que se genera a cambio de la aprobación de un nuevo loteo) que ahora vamos a comprar con dinero de impuestos por medio de una expropiación.
La excusa que dio el gobierno local para explicar sus serias dificultades para resolver correctamente un problema muy importante para la comunidad,es el resultado de una impericia llamativamente infantil.
La basura es un problema en el horizonte de nuestra ciudad, y la incapacidad de avanzar a
paso firme para resolverlo nos deja estancados en un juicio y revolviendo nuestros propios desechos.
El otro problema sigue siendo que la mayoría automática de Cambiemos en el concejo,que desoyó las advertencias de la oposición respecto de las desprolijidades del expediente, los lleva a cometer errores infantiles e incomprensibles, y no se deja ayudar. (Igual que en el artículo anterior «Que la Tasa no tape el bosque»)
Concejal Sebastian Malis
1Pais – 9 de Julio
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