Caso Tomas Santinllan: Confirmaron la condena a prisión perpetua de su padrasto

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El fiscal Javier Ochoaizpuro, que intervino en la causa por el homicidio del pequeño Tomás Dameno Santillán, informó al sitio online La Posta, que la pena de prisión perpetua que pesa sobre Adalberto Cuello fue confirmada por la Justicia.
El ex padrastro del pequeño fue condenado en diciembre de 2012 por el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Junín a la pena de reclusión perpetua, y se encuentra alojado en la Unidad Penitenciaria N° 49, donde en los últimos días habría sido notificado de la decisión judicial.
Ochoaizpuro manifestó que en los últimos días le confirmaron la decisión judicial sobre la pena que debe cumplir Cuello.
“Se confirmó la pena que se le había impuesto de prisión perpetua y no apeló a la Corte. Por este motivo, sólo puede recuperar la libertad después de 35 años en forma condicional”, explicó el fiscal juninense.
Sobre este último punto, Ochoaizpuro aclaró: “Para que se concrete la posibilidad de obtener la libertad condicional, tienen que suceder una serie de cosas, como, por ejemplo, tener buena conducta.

El tema de la libertad condicional es algo que es para todos los presos, ya que así lo marca la ley. Por un lado, dentro de 35 años este sujeto va a tener más de 70 años y, además, a los 70 años puede pedir la prisión domiciliaria. Habrá que esperar a que pase el tiempo para ver qué sucede”.
De todos modos, el fiscal de la causa por el homicidio de Tomás remarcó: “Lo importante es que se confirmó la condena del juicio, es decir, fue ratificado todo el proceso que se dio en el debate. Lo que se afirmó fue el fallo de primera instancia. La prisión perpetua es una de las penas más dura que tiene el Código Penal, es decir que lo que pueda llegar a pasar dentro de 35 años es una presunción”.

Los hechos
Tomás Dameno Santillán desapareció el 15 de noviembre del 2011 al mediodía, minutos después de haber salido de la Escuela Nº 1 “Domingo Faustino Sarmiento”, de Lincoln, cuando volvía a su casa.
El recorrido, que habitualmente hacía con su primo (ese día el chico faltó a clases), le tomaba entre 15 y 20 minutos. Cuando el reloj marcó las 12:30, su mamá, Leonor Santillán, supo que algo no estaba bien y empezó a buscarlo. A las 13, la denuncia ya estaba radicada en la comisaría local.
Empezó así una desesperada búsqueda por todo el partido de Lincoln que duró dos días.
El viernes 17 de noviembre, alrededor de las 19 horas, el cuerpo de Tomás fue encontrado en un campo cercano a la ruta 50, a unos 6 kilómetros del centro de Lincoln. El ex padrastro, Adalberto Cuello, fue aprehendido a pocos minutos del hallazgo.

El juicio
El juicio a Adalberto Cuello duró dos semanas. En los días que tomaron las audiencias, el fiscal comprobó la participación del hombre en el crimen del menor.
En su veredicto, los magistrados del Tribunal Oral en lo Criminal N° 1, Ángel Vilaseca, Karina Piegari y Claudia Dana, enumeraron diversos elementos de prueba.
El tribunal determinó que se trató de un homicidio agravado por “alevosía” por la “indefensión” del menor de edad, pero descartó el agravante de “ensañamiento” porque, según sostuvo, no se logró determinar que Cuello actuó “con una intención cruel” y “actos innecesarios para matar”, extendiendo voluntariamente “la agonía” del niño. El crimen fue cometido con “astucia artera y traidora”, aprovechando la indefensión del niño.
Por el “homicidio agravado por alevosía”, Cuello fue condenado a la pena de prisión perpetua.

Declaraciones
Tras la muerte de Tomás, su tío Guillermo Santillán dio una serie de declaraciones a los medios, donde afirmó que Cuello “tiene dos personalidades, vende una y tiene otra”.
“Realmente puedo confirmar que el nene le tenía pánico, le tenía terror. Él veía a su padrastro y veía a un demonio”, sostuvo el tío, que recordó que Cuello “lo miraba de una forma que hacía temblar al nene”, y que su hermana decidió separarse de él por ese motivo, porque entendía que no quería a su hijo.
Por su parte, otro tío llamado Mario aseguró que “es inhumano lo que hizo”.
El más desgarrador de los relatos fue el de una abuela del nene asesinado, quien manifestó: “Mi nieto no merecía este final, era un flor de pibe”. Y concluyó: “Sólo una persona que no está bien de la mente puede hacer semejante cosa con un inocente de Dios”.

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