Por Caprolecoba
Panorama lechero de abril 2017
Las lluvias de comienzos de Abril, complicaron por su abundancia varias zonas de la Cuenca Oeste. Buena parte de la región venía con capacidad receptiva, a excepción de Gral Villegas, que ya estaba en gran medida saturada o inundada, y donde las derivas de agua desde La Pampa y el SE de Córdoba lo agravaron todo nuevamente.
Estos son los mms caídos en Abril y acumulados, por localidad: G Villegas 120-430, T Lauquen 70-560, Cnel Granada 196-520, Lincoln 170-550, 9 de Julio 150-430, Curarú 110-395, Bolívar 90-620, 30 de Agosto 150-620, Cnel Suárez 80-440, Ascasubi 48-285.
Hacia mitad de mes, tenemos un “recreo”, hasta que lleguen las nuevas lluvias ya pronosticadas, que esperamos sean moderadas.
Para el trimestre abril – mayo – junio, el SMN anticipa la probabilidad de precipitaciones y temperaturas superiores a las normales o normales.
PRODUCCIÓN Y PERSPECTIVAS
Excepto en las áreas en las que se vienen enfrentando graves problemas de inundaciones, focalizadas en el extremo noroeste de la provincia, las condiciones para la producción son buenas en la mayor parte de nuestra Cuenca. Pasturas y verdeos “tiran” bien, y las limitaciones pasan hoy fundamentalmente por la falta de piso, que restringe su utilización por las vacas. Y también por el deterioro de los caminos rurales y las calles internas de los tambos.
El recibo de la principal planta de la región (Mastellone Hnos, en Trenque Lauquen) marcó en Marzo una caída del 5% respecto del mismo mes de 2016. Y cuando repetimos la comparación “a tambo constante”, nos encontramos con que el volúmen ya iguala al de 2016, y se perfila para más.
Esto es así, porque (como ya dijimos el mes pasado) estamos comparando contra un año de baja producción y muchas dificultades.
Mirando entonces hacia adelante, en lo inmediato, las buenas relaciones de precio de la leche con el maíz, la entrada en ordeño de los animales de otoño, y la buena disponibilidad de base forrajera y reservas, estarían presagiando en la Cuenca Oeste una buena producción, por encima del año previo.
EL ESCENARIO COMERCIAL
Marzo: Se desaceleró la recuperación del precio
En la Cuenca Oeste de Bs As despedimos el verano con una desaceleración marcada en la recuperación del precio de la leche a los tambos. Lo cual reinstaló cierta tensión en las negociaciones entre productores e industriales. Las principales usinas, fueron las que menos “movieron”, para que las subas del mes rondaran el 2,7% en $/litro y el 1,20% en $/KSU (Kg de Sólidos Útiles). Expresados en dólares, los precios se ubicaron cerca de los u$s 0,325/litro, y los u$s 4,68/KSU.
Abril: La cancha embarrada no favorece a los tamberos
La grave crisis de SanCor encendió, por su magnitud socioeconómica y territorial, las alarmas del gobierno nacional y de las gobernaciones de las principales provincias lecheras. Y además, hacia adentro del sector, provocó importantes distorsiones, al haber liberado una gran cantidad de leche y de tambos, que saltaron a los botes salvavidas, ante el temor de ser posibles víctimas de la debacle.
Esto, en un contexto en el que muchas industrias también están complicadas. Básicamente por el incremento de su capacidad instalada ociosa, y un vínculo con el sindicato que agrupa a su personal, que no parece tener la racionalidad que se necesita.
Mientras tanto, el consumo interno estaría dando señales de haber parado su retroceso, estabilizarse, y buscar recuperarse, lentamente. Aunque el precio de los lácteos no para de escalar en las góndolas.
Así, a pesar de la escasez de nuestra oferta, los serios problemas que en muchas zonas se viven a causa del clima y la crónica desatención de las obras de infraestructura, las dificultades para salir de las deudas, y el alto costo para financiar nuestros insumos (entre otras cosas), los productores lecheros observamos con preocupación que “a río revuelto”… ¡No somos nosotros los pescadores!, que la cancha embarrada nos perjudica, y que a este paso, va a tardar bastante el retorno a un crecimiento sostenido.
EL MARCO POLÍTICO INSTITUCIONAL
Un salto de calidad: de ser comentaristas a ser transformadores
En cualquier conversación entre amigos del sector, o en los grupos en los que participamos en whatsapp, es siempre tema obligado el análisis de la situación y perspectivas del negocio lechero. Cosa que suele terminar en un circunstancial sentimiento de frustración, al percibir todos que “algo aquí no funciona”, y nuestra lechería no parece encontrar la manera de salir de su estancamiento.
Trabajamos duro en la incorporación y adaptación de tecnología, hemos desarrollado con éxito los grupos CREA y Cambio Rural, conocemos y visitamos los tambos de los países lecheros líderes, y nada parece alcanzar para que podamos acceder a un buen negocio.
Fue así que una vez concluímos en que, si bien teníamos margen de mejora en lo tecnológico – productivo, nuestro problema no estaba centralmente ubicado en lo que hacíamos, sino en lo que no hacíamos, o en aquello a lo que prestábamos escasa atención.
Porque la gestión del Tambo, se tiene que jugar con todas las cartas. Y eso significa atender: 1. La gestión de la producción, 2. La gestión de la comercialización, y 3. La gestión institucional. ¿Por qué? Porque en esas tres instancias, y no en una sola, se juega el resultado de nuestro negocio y nuestra competitividad.
Y es sobre todo en la última, donde tenemos que poner más el acento, en la cuestión institucional. Porque es el ámbito que más desconocemos, y en el que peor nos manejamos, confundiendo dirigentes con representantes, y exhibiendo una débil, parcial y fragmentada representación.
Quizá por aquello de que “se teme a lo desconocido”, le arisqueamos al asunto, y opinamos de lejos, sin demasiada voluntad para enterarnos, comprometer un poco de tiempo, y echar manos a la obra.
Nuestra gente, nuestras familias, y nuestras empresas tamberas, nos están reclamando que dejemos por fin de ser simples comentaristas de un negocio que es nuestro y manejan otros. Y pasemos a ser protagonistas transformadores. Gente capaz de imaginar y llevar adelante un reordenamiento institucional de la cadena.
Y el primer paso de ese camino, es concretar la unidad institucional de los tamberos argentinos en una organización representativa, participativa, y profesional.
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