Aseguran que las malas decisiones politicas aumentan los costos de producción un 30%
En el Congreso de Maizar, Barbechando moderó el panel “La política como insumo del agro: cuánto cuesta no usarla”. Derechos de exportación, atraso cambiario, brecha, cupos, precios máximos, fideicomisos son costos normalizados que tiene un productor, “pero si a estos costos fiscales distorsivos se le suma el impacto de las malas decisiones políticas, la estimación del sobre costo es de un 30%”, aseguró Angeles Naveyra, moderadora y secretaria de Fundación Barbechando.
Además vaticinó que “ese sobre costo, al que ya nos acostumbramos, son recursos que no se reinvierten, personas que no se emplean, tecnología que no se aplica, comunidades que no se desarrollan. Son todas pérdidas para la Argentina”.
Paulina Lezcano, especialista en mercados, agregó que se trata de “un problema crónico”, donde los derechos de exportación y los cierres de registro imposibilitan las chances de prever a futuro.
Sin embargo, las oportunidades están. Lezcano aseguró que el impacto de mejores políticas públicas generaría una reinvención de ganancia, más hectáreas sembradas, más valor agregado y aumento del PBI. “Los efectos los vamos a ver desde la primera campaña y es un círculo virtuoso”.
A su turno, Teo Zorraquin, consultor de empresas agropecuarias, dijo que el gran desafío es una mirada de largo plazo que tiene que apoyar la política, los ciudadanos y los empresarios y el principal motor es que “las ganas, los recursos y el talento está intacto”,
sumado a la fuerte capacidad de adaptación.
Germán Paats, Presidente de Fundación Barbechando, complementó con el ejemplo de Brasil, que demostró que la participación activa del sector productivo permitió desplegar todo su potencial, apalancado en políticas públicas definidas, que un presidente no puede
venir y cambiar .
También sumó un ejemplo local concreto que fue el freno a la delegación de facultades que hubiera permitido el aumento de derechos de exportación. “Haber participado género que, en los stocks de maíz, trigo y girasol nos ahorramos más de 800 millones de dólares, en las últimas dos campañas”.
Como cierre, los panelistas coincidieron que involucrarse, genera resultados, que hay que trabajar con la política y no contra la política.
“No hay que ser candidato para participar, hay que estar atento, llevar información y medir impacto”, aseguró Paats.
Además concluyeron que el divorcio entre el campo y la política cuesta muy caro. “Es tan alto el costo que no podemos no meternos”.
Para cerrar, los disertantes coincidieron en que es necesario involucrarse para impulsar políticas públicas que definan el país que queremos, para ser parte de la mesa y no del menú.
Prensa Barbechando
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