Condiciones agroclimatica

Tanto en lo que hace a la humedad disponible, como a las temperatura ambiente, podría decirse que en Enero y Febrero, llevamos un verano menos estresante que el del año pasado. Tanto en la Cuenca Oeste, como en las principales regiones lecheras del país. Esto, más allá de las lógicas particularidades de algunas localidades.
Nos habían anticipado la posibilidad de una buena oferta de agua, que se haría moderada hacia el otoño, y -hasta aquí- parece estarse cumpliendo.
Para el trimestre Febrero-Marzo-Abril, el Servicio Meteorológico Nacional adelanta para la región pampeana: precipitaciones normales a superiores a las normales, y temperaturas normales, para la época.
El estado de las pasturas y los cultivos es bueno a muy bueno. Y las anomalías, pasan por la ocurrencia localizada de fuertes tormentas e intensas precipitaciones, como ocurrió en Febrero en 30 de Agosto, y un mes antes en Rivera.

Producción y perspectivas
Los recibos de las principales plantas que operan en el Oeste de Bs As, vienen experimentando una suave y gradual disminución estacional del volúmen. Esto, hasta aquí, se lo atribuímos a las aceptables condiciones climáticas que se vienen dando, y ahora, será el secado de animales, quien pase a ser el factor fundamental de la disminución de la producción que queda aún por delante, estimulada además por las bajas de precio.
Igualmente, se ha venido achicando desde Diciembre, la brecha con el año anterior, y como se va a comparar con las muy malas condiciones que hubo a inicios del 2014, es probable que en 2015 empecemos a marcar un recupero en la producción, respecto de lo perdido en la campaña previa.

Los primeros reportes de rendimiento de los silajes de maíz, dan cuenta de buenos rendimientos, y las relaciones de precio de la leche con el maíz y la soja, pareciera que seguirá siendo buena. Lo cual, en términos productivos, es quizá el principal contrapeso para enfrentar la caída de precios.
Quizá las industrias especulen con esto, asumiendo que si la baja de precio no es muy pronunciada, los tambos podrán aguantar. No teniendo en cuenta el contexto de alta inflación aún vigente, ni la situación económica-financiera de muchos establecimientos, lo que las mostraría en un intento de salvarse solas y reiterando un enfoque histórico inadecuado en la relación con sus proveedores de materia prima.

EL ESCENARIO COMERCIAL
Enero: Suave caída del precio en $/litro y pequeña mejora en el valor de la proteína
Como nuestro mercado sigue expresando las cotizaciones de la leche en «$/litro», agregando confusión y dificultades a una seria y completa implementación de la «Liquidación Única» y la «comparabilidad» de los precios; las bajas de distinta magnitud que casi todas las empresas del CIL comenzaron a implementar, así expresadas, determinaron para Enero una baja de 0,7%. Y como simultáneamente se produjo una disminución en el tenor de la proteína, esto determinó una suave suba del valor del KPT de 0,8%.

Los remitentes de más peso, recibieron un impacto más fuerte, ya que importantes industrias no modificaron las cotizaciones de su sistema de pago, pero hicieron recortes grandes en los «extras» que venían abonando.
En Enero, el abanico va desde firmas que casi no modificaron el precio, hasta bajas de 5 a 10 centavos/litro.
El consumo interno se ha venido debilitando, y ha tenido que absorber mercadería que se volcó al mismo, al no poder exportarse, y el mercado externo ya no toma nuestros quesos desde Rusia, y recién insinúa una recuperación en el valor de la leche en polvo, que habrá que ver si se sostiene y a qué ritmo lo hace. Además, no son pocas las industrias con stocks que están más allá de lo que habitualmente manejan.
Para Febrero algunas empresas anuncian nuevas bajas, y esto está provocando mucha bronca entre los productores, que sienten otra vez las consecuencias de no contar con una organización fuerte, unificadora, y representativa, como la que están necesitando para poder sostener el diálogo sectorial de otra manera.

EL MARCO INSTITUCIONAL
Desafiando a Einstein
Teniendo por delante la tarea de desarrollar una lechería grande, con mucha producción y muchos productores, con competitividad, y sustentabilidad económica, social, ambiental y tecnológica…
En una situación tan complicada como la que vivimos hoy, no parece una buena idea que desafiemos una vez más a Einstein, cuando dijo: «Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo».
Sabemos que es un «lugar común», pero también que, lamentablemente, sigue aplicando a todos los actores de nuestro sector, y también a muchos funcionarios públicos vinculados al mismo.
No le temamos al cambio. Tengamos más miedo a nuestro estancamiento y lo que el mismo puede acarrear a nosotros y nuestra gente, a nuestras empresas, nuestras familias, y el país.

Encaminemos soluciones para los problemas, y dejemos las fotos del «como si»…
Una de las causas por las que hemos llegado a una situación tan complicada como la que estamos pasando hoy, es seguramente todo lo que debimos haber hecho, y no hicimos antes. Y todo lo que no hicimos bien. Esto, por supuesto, más allá de las objetivas circunstancias de los mercados y las políticas. El buen sentido aconsejaría quizá suspender medidas comerciales conflictivas al interior de la cadena, y abrir nuevos rumbos en la política sectorial. Las cosas que llevan a una salida no son muchas, y requieren poco de cada uno:
* A los problemas: soluciones, antes que «culpables». Y atención particular para cada uno de ellos.
* Para la institucionalidad: unidad tambera, participación, compromiso, y relegar las «quintas» a su ámbito.
* Más medidas concretas en la aplicación de los programas de trabajo, y menos fotos para el «como si».
* En la relación producción-industria, más respeto mutuo, menos unilateralidad y beligerancia altisonante, y más trabajo común y diálogo constructivo.
* Y en todo: más transparencia, espacio para la creatividad y la innovación, y menos condicionamientos.