Ley de humedales: Sin acuerdo entre JxC y el FdT, diputados irán al recinto con dos dictámenes
Mientras organizaciones ambientalistas -entre ellas la Multisectorial de Humedales- se congregaban en las afueras del Congreso, puertas adentro un plenario de las comisiones de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano; Agricultura y Ganadería; y Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados se reunió este jueves para cerrar el tratamiento de la ley de humedales, cuyo resultado fueron dos dictámenes, el de mayoría de JxC que cosechó 57 firmas, y el de minoría del FdT con 46 firmas.
Las firmas al dictamen de mayoría (57 firmas) fueron de Ricardo Buryaile, Lidia Ascárate, Miguel Bazze, Martin Berhongaray, Gabriela Brouwer De Koning, Carrizo Soledad, Soher El Sukaria, Maximiliano Ferraro, Germana Figueroa Casas, Rogelio Frigerio, Gustavo Hein, Juan Manuel López, Martín Maquieyra, Dolores Martínez, Victoria Morales Gorleri, Graciela Ocaña, Paula Oliveto Lago, Marilú Quiroz, Dina Rezinovsky, Víctor Romero, Diego Santilli, Humberto Schiavoni, Danya Tavela, Pablo Torello, Ignacio García Aresca y Carlos Gutiérrez. En disidencia firmaron Pedro Galimberti, Jorge Rizzotti y Jorge Vara.
Por el dictamen de minoría (47 firmas) acompañaron Leonardo Grosso, Carlos Heller, Juan Carlos Alderete, Héctor Bárbaro, Lisandro Bormioli, María Brítez, Guillermo Carnaghi, Marcelo Casaretto, Marcos Cleri, Pedro Dantas, Enrique Estévez, Federico Fagioli, Eduardo Fernández, Rogelio Iparraguirre, Máximo Kirchner, Florencia Lampreabe, Susana Landriscini, Germán Martínez, María Martínez, Blanca Osuna, Sergio Palazzo, Hernán Pérez Araujo, Eber Plaza, Carlos Ponce, Leandro Santoro, Carlos Selva, Natalia Souto, Eduardo Toniolli, Lucio Yapor y Natalia Zaracho.
Al respecto, firmaron en disidencia parcial Diego Sartori y Enrique Estévez, mientas que en disidencia total lo hicieron María Luisa Chomiak (Chaco), Juan Manuel Pedrini y Jorge Romero (Corrientes).
A raíz de las recurrentes quemas en el Delta del Paraná el tema de la protección de los humedales volvió a instalarse con fuerza en la agenda pública y, el 15 de septiembre pasado, el pleno aprobó en sesión emplazar a las comisiones para avanzar con el debate de los diferentes proyectos. De las 10 iniciativas que estaban sobre la mesa, este jueves llegaron dos textos para ser dictaminados.
Por un lado, el proyecto que encabeza Leonardo Grosso, presidente de la Comisión de Recursos Naturales, cuenta con el respaldo de las organizaciones ambientalistas y es similar al que obtuvo dictamen el año pasado -solo en esa comisión- pero finalmente no avanzó. Hay quienes dudan que el oficialismo se imponga con las firmas, dado que hay diputados que responden a gobernadores de provincias que no están de acuerdo con la ley, como aquellas que tienen actividad minera.
En tanto, producto de un consenso entre los proyectos de Maximiliano Ferraro y Ximena García; Jorge Vara; y Gabriela Lena, Juntos por el Cambio puso sobre la mesa un texto unificado.
El debate
En un discurso más político que técnico, la camporista Florencia Lampreabe pidió “dar un mensaje claro a la sociedad” sobre un tema que “si hay algo que no le faltó fue debate”. En ese sentido, recordó que “esta discusión tiene más de 10 años”, durante los que hubo dos medias sanciones del Senado y multiplicidad de reuniones.
Al contar que estuvo presente en la reunión de la Comisión de Minería que se realizó este miércoles, la diputada señaló cómo los representantes de la Cámara de Empresarios Mineros “mienten” y “hacen decir a la ley lo que la ley no dice”. Así, explicó que al ser consultados por los artículos a los que se oponían de una ley de humedales, “contestaban con vaguedades” porque “no pueden sostener dónde dice la ley que es antiproductiva”. “Simplemente vienen a oponerse”, fustigó.
La bonaerense resaltó la “importancia de los humedales, estos ecosistemas que son reguladores hídricos, que son amortiguadores del cambio climático, y los servicios que prestan a quienes viven cerca”. “La ley de humedales es una herramienta de planificación estatal, una herramienta que amplía las capacidades del Estado para intervenir en nuestro vasto territorio”, defendió.
Y continuó: “Es una base de regulación, de criterios y de principios para darles también herramientas a las provincias. No prohíbe la producción, lo que da es un piso de criterios para poder proteger los humedales y planificar esa política productiva”.
“¿Quién puede decir hoy que, en este contexto de crisis, de crisis climática, energética, alimentaria, que la protección de nuestros recursos -mal llamados- naturales, de estos ecosistemas, no es estratégico para nuestra Patria?”, se preguntó y lamentó que “cueste tanto avanzar con esta ley”.
Finalmente, Lampreabe sostuvo: “Confiamos en que las instituciones de la democracia puedan más que los lobbies a los que no les importa ver el mundo prendido fuego con tal de sacar alguna tajada”. “Piensen en qué mundo le estamos dejando a nuestros hijos e hijas, qué mundo le estamos dejando a nuestros nietos y las generaciones futuras. Piensen para qué van a servir los dólares en un gran desierto”, cerró.
Luego fue el turno del diputado de la Coalición Cívica Maximiliano Ferraro, quien aclaró que quería “desterrar algunos supuestos, mentiras o mitos” que se “pretenden instalar sobre el interbloque al que pertenezco” respecto de una oposición a que la ley salga. Entonces habló del dictamen unificado al que llegaron dentro de su bancada y que “es el reflejo de un compromiso que también nosotros tenemos con respecto a la defensa del medioambiente, la agenda contra el cambio climático compatible con la producción y el desarrollo sostenible”.
“Pretendimos buscar un equilibrio lógico y razonable”, apuntó y afirmó que ese dictamen “fija los lineamientos para encauzar las tensiones sociales, económicas y ambientales” que hay en torno a la cuestión. “Es mentira que no queremos una ley de humedales”, insistió.
Después de manifestar que los humedales son “una de las principales fuentes de agua de nuestro planeta”, el porteño alertó que “a nivel global se han perdido más del 35% de los humedales desde los años ‘70” y, por eso, “necesitamos desarrollar planes efectivos de protección”.
Sobre la iniciativa, Ferraro reveló que se trabajó “muy seriamente en lo que es la definición” y se establecieron “parámetros uniformes para que luego cada jurisdicción en pleno de sus facultades constitucionales pueda realizar su propio ordenamiento de los humedales”.
Tener una ley “nos va a dar una mejor seguridad jurídica”, aseguró y agregó que “implica tener una trazabilidad de nuestro entramado productivo permitiéndonos acreditar procesos productivos razonables, sustentables y evitar futuras barreras arancelarias”.
Además, detalló que se prevé hacer los inventarios “en un plazo de tres años contados a partir de la sanción de la ley, en cuatro escalas espaciales”. “El inventario se pueda realizar por etapas y áreas geográficas”, sumó.
Autor de uno de los proyectos que se tomó para el dictamen unificado dentro de JxC, y con una posición particular sobre el tema, el radical Jorge Vara respondió a la pregunta de “por qué algunos gobernadores están tan preocupados”. “Están preocupados por el desarrollo de sus territorios”, señaló y, con imágenes y gráficos, intentó explicar las diferencias de cómo “el cambio climático impacta en países desarrollados y subdesarrollados”.
“No hay un negacionismo del calentamiento global”, aclaró para advertir que “la agenda que no estamos atendiendo” es la de la generación de emisiones antrópicas, que lideran las grandes potencias. “No tenemos que salir a pagar pasivos ambientales que no generamos nosotros. Hay organizaciones del hemisferio norte que inducen a nuestras mismas organizaciones a una agenda en la cual no nos estamos dando cuenta a dónde nos está llevando”, enfatizó.
En referencia a su provincia, Corrientes, Vara subrayó: “Nacimos en los humedales, nos desarrollamos en los humedales, nos criamos en los humedales y respetamos los humedales, y producimos dentro de los humedales”. Pero indicó que al colocar “un alto nivel de conservación no se está hablando de presupuestos mínimos sino de presupuestos máximos” y, de esa manera, “queda mucho más restringido el desarrollo de proyectos productivos”.
Así, explicó que su provincia, si saliera un proyecto en esas condiciones -como propone el oficialismo-, se vería afectada en un 60%. Y sumando las restricciones por la Ley de Bosques, “el 90% de la provincia queda comprometida. Nos paralizan”. “A mí no me corren los lobbies, ni nosotros le hacemos caso a ningún lobby. En la provincia de Corrientes lo que se cuida es a los productores”, remarcó el legislador.
A su turno, la diputada del Frente de Izquierda Romina Del Plá manifestó que hay una “gran inquietud” de que haya una ley de humedales que es “seguida por las zonas que son tremendamente afectadas por el impacto de depredación de toda la política que se lleva adelante de dejar hacer y arrasar con el ambiente”.
Del Pla se quejó de no conocer ninguno de los dos dictámenes puestos a consideración y sostuvo: “Estamos tan a ciegas como el que nos esta escuchando de afuera sin saber qué modificaciones se han introducido”. En ese sentido, aclaró que las organizaciones ambientales son grupos de vecinos que solo reclaman por su derecho a respirar y agregó que “son millones afectados por la depredación ambiental”.
En esa línea, la diputada denunció que “acá el único lobby que hay es el de las grandes empresas que están condicionando los textos. Hay intereses comunes en ambos bloques porque e condicionamiento de los gobernadores y diputados que tienen relación con estas empresas, es muy llamativo”.
“Acá se esta firmando algo que desconocemos el carácter general de su alcance al igual que sus afectados. No se esta respetando la opinión de todos aquellos que se movilizaron y voy a reclamar para que el proyecto que finalmente se vote tenga los principios y aspectos claves para que realmente sea una ley que proteja”, cerró.
En el uso de la palabra, el oficialista Eduardo Toniolli (Santa Fe) criticó que han instalado en torno al dictamen del FdT que “sería un proyecto anti productivista”, y aclaró que “es una mentira, no hay una ninguna contradicción entre producción y cuidado del ambiente. No hay un proyecto consensuado que sea prohibicionista, en todo caso es regulacioncita porque establece estándares de organización de todas las actividades”.
“Los humedales promueven la preservación de todos los servicios ecosistémicos que prestan los humedales a la sociedad como provisión de agua, amortización de inundaciones, provisión de hábitat, fuente y sustento de biodiversidad, estabilización climática, regulación de plagas y enfermedades, recreación, salud, bienestar humano, educación ambiental, turismo y provisión de alimentos, de medicina, y combustibles”, detalló el santafesino.
Por otro lado, remarcó que hay “muchas” leyes de cuidado del ambiente que “no” se cumplen y ejemplificó con lo que ocurre en las islas del Delta del Paraná: “Hay una falta alarmante de control efectivo de territorio por parte de los distintos niveles del Estado, nadie lo penaliza y eso va a seguir pasando”, y defendió el dictamen de minoría: “Esta propuesta ofrece las herramientas necesarias para el Estado inventario, ordenamiento territorial, monitoreo, Fondo nacional de inventarios. Este dictamen recoge el espíritu del dictamen consensuado de 2020 es el que mejor pone en marcha estos mecanismos para el control efectivo del territorio”.
En el mismo sentido que su compañera de espacio del FIT, Nicolás Del Caño cuestionó que “no” conocen los dictámenes que se van a firmar y tampoco las modificaciones. Además, denunció que “el lobby de la megaminería y agronegocio está primando en las dos coaliciones mayoritarias. Se quiere quitar el contenido principal de los textos”.
En el uso de la palabra, la diputada Graciela Camaño (Identidad Bonaerense) remarcó que “es uno de los temas más importantes que vamos a tratar en este año parlamentario en el que nos pusimos de acuerdo”, y celebró ambos dictámenes producidos por las fuerzas mayoritarias.
“Que ironía que tiene el destino porque estamos hablando de las famosas tierras pobres o tierras bajas de hace unos miles de años. Eran las tierras donde la humanidad no estaba. Recién hace unos 300 años la humanidad empezó a valorar esas tierras para dedicarlas al cultivo”, narró.
A su vez, ponderó el discurso de Vara porque “cuando habla de este tema trae mucho material científico que esta dando vueltas el mundo”. “Nosotros estamos tratando este tema casi en paralelo con lo que es la Cumbre de las Autoridades de todos los Estados que integramos las Naciones Unidas sobre el cambio climático, de eso hablaba el diputado y nosotros no tenemos la culpa, pero vivimos en un planeta y resulta que este desastre que hicimos como humanos de acelerar de esta manera el deterioro ambiental tiene consecuencias en todos lados”, advirtió Camaño.
Hoy dictaminamos la #LeydeHumedales. Buscamos el equilibrio entre el desarrollo productivo y el sostenimiento de los humedales transitando hacia un verdadero desarrollo sostenible. pic.twitter.com/urjIA9AL8O
— Soledad Carrizo (@MSoleCarrizo) November 10, 2022
En ese sentido, comparó que hay otros países “que han desarrollado tecnologías generaron crecimiento social en sus comunidades protegieron sus ambientes y se dedicaron a producir. Ellos tienen bienestar, pero los países como los americanos tenemos el desastre ambiental. Con el fenómeno de la ‘niña’ se están perdiendo 2.500 millones de dólares en el país sin contar de vidas humanas que se lleva el cambio climático. La realidad nos indica que llevamos una pérdida de diversidad de especies que es similar a la que aconteció hace alrededor de 65 millones de años con la extinción de los dinosaurios y lo estamos haciendo en tiempo récord”.
“El problema ambiental del planeta es más o menos de la década del 47, desde esa época venimos viendo que la aceleración del deterioro ambiental nos lleva a que tengamos que discutir estas cosas y que sean las más importantes que van a hablar de la supervivencia en la tierra o, por lo menos, de la especie humana”, alertó Camaño y, sobre el tema en cuestión, aclaró: “Cuando hablamos de humedales no es poner una tranquera e impedir, es en serio dar las reglas mínimas y básicas que nos permite la Constitución”.
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