Una web con mapas actualizados sobre desmontes
Fauba, Inta y un organismo chaqueño esperan que este instrumento, que puede usarse en causas judiciales. ayude a frenar los desmontes ilegales.
Desde hoy, una página de internet que brinda información actualizada, accesible y espacialmente explícita, sobre los desmontes ocurridos la región del Gran Chaco, cuyas tasas de deforestación se encuentran entre las más altas del mundo y están promovidas principalmente por el avance de la frontera agropecuaria en la Argentina, Paraguay y Bolivia.
En su primera información, las entidades advirtieron que «la Argentina tiene una de las tasas de desmonte más altas del mundo y que se avanza sobre áreas protegidas por la Ley de Bosques».
«Es un sistema de información geográfica con mapas interactivos que permiten obtener detalles actualizados sobre la superficie desmontada desde 1976 hasta la fecha, a nivel de departamento, provincia o lote», describió Federico Pagnanini, técnico del Laboratorio de Análisis Regional y Teledetección (LART), que comparten la Fauba y el Conicet.
La información -aseguró Prensa Fauba- puede ser utilizada como base de investigaciones científicas y evidencia en conflictos legales.
En peligro
«El reemplazo de bosques por cultivos extensivos, principalmente soja, y de las pasturas que se siembran para alimentar al ganado, ya afectó al 20,7% del área natural de toda la ecorregión del Gran Chaco, con 15,8 millones hectáreas desmontadas a finales de 2012», afirmó Pagnanini.
Los bosques secos del Gran Chaco Sudamericano (787.000 km² distribuidos entre el noroeste de la Argentina, el oeste de Paraguay y el sudeste de Bolivia) atraviesan un fuerte proceso de deforestación. La región argentina, que comprende más del 60% de la superficie total de estos bosques, presenta una tasa de desmonte de hasta 2,5% anual, muy superior a los promedios de Sudamérica (ubicada en 0,51%) y del mundo (0,2%), debido al crecimiento exponencial de la producción agropecuaria.
Estos cambios caracterizados por el avance de la agricultura industrial, producen modificaciones en la estructura y en el funcionamiento de los ecosistemas de la región, caracterizados por una alta biodiversidad natural, y en los medios de subsistencia de comunidades aborígenes y criollas del Chaco Seco, donde viven cerca de 7,5 millones de personas que desarrollan principalmente una economía de subsistencia, que incluye agricultura familiar, pastoreo extensivo, caza y recolección.
La iniciativa también involucró el trabajo de Gonzalo Camba, María Vallejos, Dolores Arocena y José Paruelo, del LART; José Volante, del INTA Salta; y Ana Álvarez, de la Redaf, quienes vienen trabajando en el seguimiento del desmonte en la región chaqueña a partir del análisis de imágenes satelitales, alertados por el aumento de la problemática que se evidenció en las últimas décadas.
En 2012, la Fauba y la Redaf advirtieron sobre el aumento del problema en la provincia de Salta, donde detectaron 100.000 hectáreas desmontadas en zonas de alto y mediano valor de conservación (Categorías I, señalada con rojo, y II, con amarillo, respectivamente), protegidas por Ley Provincial Nº 7.543, de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos.
Entre 2008 y 2013 en total se habrían desmontado 358.723 hectáreas en Salta, de las cuales 112.000 estaban en zonas que debían protegerse por la Ley de Bosques.
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