Una decisión con alto costo político
La no renovación de contrato de una enfermera del Programa Médicos Comunitarios perteneciente al CIC, puede causarle a Battistella un costo, donde algunos están dispuestos a hacérselo pagar.
El Intendente Walter Battistella viene en las últimas semanas decretando sobre asuntos municipales, que pone los pelos de punta a más de uno y le hace frotar las manos a otros (la oposición política).
Luego de rescindir el contrato de la FUN, la oportunidad fue la no renovación de contrato y el cese del programa Médico Comunitarios (CIC), de la enfermera Marcela Castro, quien trabajaba en el área, desde el año 2006.
El cese laboral de Castro se dio a conocer el día 31 de marzo último, donde se le informo que no pertenecía más al área. La profesional en enfermería, también cumple funciones en el Hospital Julio de Vedia, de nuestra ciudad.
La situación
No es nueva, según informo Marcela Castro a este El Regional Digital, donde hizo un recontó que desencadeno en la no renovación de sus servicios de enfermería.
Castro informo, “el año 2009 tuve que experimentar diferentes maltratos y persecución hacia mi persona sin entender los fundamentos de los mismos”. Después me dijo “un ex Secretario de Salud, de este gobierno Municipal, ante su renuncia y que se acercó a mi lugar de trabajo, confesando que el Intendente Battistella, había solicitado mi baja del programa, por el solo hecho de que yo pertenecía a un partido político, remarco con dolor.
En noviembre del 2009, también cansada de reclamar y golpear puertas de funcionarios saqué una solicitada, por falta de pago de 3 meses consecutivos, y de tener que entregar factura en blanco. Hay que vivir tres meses, sin cobrar un solo peso!. Más aun habiéndolo trabajado”, expreso.
Castro prosiguió y relato “en el 2010 al pasar a retirar mi cheque de la oficina de Tesorería, la señora Gloria Castiarena Viuda de Orbea, me agredió en horario de trabajo, me siguió hasta el Banco Provincia, gritándome que renuncie, sino no me pegaría”, señalo
“Ese mismo año cuando asume la cartera de salud, la Trabajadora Social, Dolores Apraiz, actual concejal del bloque de la UCR, continúan pasándome sucesos que en cualquier lugar son calificados de Violencia”, destaco y comento que al culminar una Capacitación sobre violencia, en el salón Blanco Municipal, estando presente la Dra. Lourdes Molina, quien dicto el taller, ante todos los espectadores y el Jefe Comunal, la señora Dolores Apraiz, me agredió solicitando que “me retracte de la solicitada, y que si no lo hacía, esto me iba a traer consecuencias”. El señor Intendente, Battistella, viendo y escuchando lo que ocurría, prefirió no advertir y continuo su camino como si nada hubiera pasado”, aseguro Castro.
“En julio de 2011 recibí una nota del Programa al cual pertenezco notificándome de un apercibimiento, con fecha 13 de julio del 2011 que firmé en disconformidad porque la misma carecía de veracidad de las razones que expresaba, bajo la firma de la ex Funcionaria y actual Concejal Dolores Apraiz”.
En tanto que en el año 2012, a los pocos días de asumir el Dr. Simonelli, me invitó a pasar por la Secretaria de Salud diciéndome “que tenía una urna negra y que podía dejar mi renuncia”,
En mayo de ese año, el Dr. Simonelli me cita en la secretaria de salud, y me notifica verbalmente que no pertenezco más al CIC, abre el cajón de su escritorio y me tira una copia de la notificación. Me solicito que no valla a la Mesa de gestión, porque no pertenezco al barrio, que le faltó el respeto a la comunidad, a los funcionarios y a mis compañeros, entre otros aspectos, refirió la enfermera.
Al respecto realice mi descargo ante los responsables del Programa Nacional, cuando compareció la auditoria al CIC; me respaldaron mis compañeras de trabajo, es decir todo el equipo de salud, la Mesa de Gestión y la Gente de mi Barrio y fui reincorporada, aseguro.
Hechos registrados
La vecina destaco que desde que comenzó a vivenciar esta violencia laboral, lleva adelante un registro estricto de su trabajo, de sus conversaciones con funcionarios municipales, incluidas las amenazas. Aun cuan su hijo Alan Castro, se accidento y debió estar internado por varios meses en un nosocomio de Junín. “Terminaba mi turno y partía para Junín con mi hermano, venia casi sin dormir y retomaba mi turno laboral en el CIC, porque sabía que estas cosas iban a pasar”, señalo con lágrimas en los ojos.
Por hacer política
Recientemente destaco que “luego de recibir la notificación de mi baja del programa me apersone en el Despecho del Intendente, justo estaba la actual Secretaria de Salud Fabiana Bazetta (es mi odontóloga), y solicite motivos de mi baja, hablamos más de 40 minutos, se me dice que hay un informe con quejas de la Coordinadora del CIC respecto a mi trabajo y finalmente me dicen que es, porque hago política en el CIC, y él quiere despolitizar el CIC, nuevamente menciona lo mismo que el ex secretario Dr. Simonelli, y me prohíbe asistir a la Mesa de Gestión, lamenta.
Sorpresa en el HCD
En la primera sección Ordinaria del HCD, la sorpresa fue para todos, menos para las autoridades del HCD y algunos concejales, Marcela Castro junto a amigos e integrantes del CIC, se apersonaron en el recinto.
Su presencia incómodo y hacia preguntar, que hacia ella allí. Se desayunaron al ser leída una nota con fecha 7 de abril de este año, dirigida al presidente del Cuerpo Legislativo de 9 de Julio, Alberto Capriroli, donde la misiva expreso los padecimientos políticos de la vecina.
Castro ya logro en menos de una semana la firma de más de 500 vecinos de Ciudad Nueva que rechazan la decisión del Intendente.
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