Transformación digital en el agro: inteligencia artificial y datos para mejorar la toma de decisiones

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En los últimos tiempos, la adopción de tecnología es algo más que ser usuario: es dejarse transformar por ella y aprovechar su rol como potenciador del negocio. Esa idea se plasmó en el panel “La transformación digital del agro”, que se desarrolló este miércoles en el Congreso Maizar 2023.
Para pensar en la revolución tecnológica del agro hay que remontarse a los cambios de paradigma de producción de la década de 1980 en la Argentina, con la adopción de la siembra directa como gran contribución para frenar el deterioro de los suelos y para cuidar los recursos naturales, dijo Pilu Giraudo, referente de Aapresid y de la Red de Mujeres Rurales. “Fue romper un paradigma de deterioro y pasar a uno de regeneración, de mejora continua”.
Esa mejora continua, prosiguió, fue el gran disparador que luego conllevó la incorporación de conocimiento científico y tecnológico, mientras se mantenía la meta de producir y cuidar al mismo tiempo. “Después, vino el momento de conocer más con respecto al manejo de las adversidades, como las malezas, las plagas, las enfermedades. La llegada de la biotecnología implicó ayudas increíbles para mejorar la producción, disminuir el uso de fitosanitarios y mejorar la utilización de insumos, definiendo qué y cómo de otra manera”, rememoró.


Para Giraudo, es un camino ilimitado, que hoy nos lleva, por caso, a dar múltiples usos a la biomasa. “Lo más atrapante de este camino es que es de mejora continua. Es increíble: si alguien tiene el conocimiento, pero no lo comparte, no tiene buenas posibilidades; si lo comparte, las chances de multiplicarlo y mejorar son ilimitadas”, reflexionó.
“Hoy tenemos ante nuestros ojos la gran respuesta que, sin dudas, pasa por las nuevas tecnologías. Actualmente, las empresas más valiosas del mundo son de base tecnológica”, sostuvo Mayco Mansilla, Manager Partner de Innventure VC. Diferentes factores, incluyendo la capacidad de adaptación ante las distintas crisis, hacen que la transformación digital “encuentre en la Argentina un ecosistema para desarrollarse”, agregó. “La Argentina es un jugador importante, pero, además, alrededor tenemos mercados que multiplican por diez el potencial”.
Asimismo, señaló que, aunque han surgido numerosas start-up enfocadas en el agro, “esto recién comienza”. “Lo que más me llena de esperanza es que estamos encontrando que los mejores talentos de la Argentina de todas las disciplinas -ya no solo agrónomos o veterinarios, sino por ejemplo biotecnólogos o cientistas de datos- están viendo atractivo al agro y están pensando soluciones para complementar nuevas tecnologías y dar más sustentabilidad”, aseveró.

Alfredo García, Digital Agronomy Solutions Manager de Syngenta, reveló que, 15 años atrás, el uso de imágenes satelitales implicaba un grado de complejidad que frenaba su penetración; por caso, obligaba a descargar software o dominar herramientas tecnológicas que ya no son necesarias. “Actualmente, en minutos, se puede tener el historial de imágenes satelitales de un lote; el nivel de complejidad que hace 15 años era alto para un productor, hoy se ha achicado significativamente y eso nos da la oportunidad de que el nivel de adopción se acelere”, graficó.
“Desde Syngenta hoy tenemos posibilidad de dar recomendaciones 100% digitalizadas, como fecha de siembra, dosis de semillas, dosis de fertilizantes. Además, la tecnología de los drones, que inicialmente creíamos que tendría otra utilización, hoy, por su resolución, permite medir la calidad de la siembra. Estas herramientas son fundamentales”, describe.
Diego Martins, Data & AI Latam Hub Managing Director de Accenture, ve en los datos el motor en el contexto de la transformación digital. Aseguró que las empresas que se han centrado en datos reconocen en ellos la fuente de aproximadamente el 30% del rendimiento de su margen operativo. “Si lo llevamos al sector del agro, tener buenos datos está en el orden de magnitud de tener una buena semilla, una buena temporada. No es un tema de moda, no es una tendencia, es parte del corazón de la transformación”, enfatizó.
“El agro es una de las grandes industrias donde hay tremendas oportunidades. El productor es un agente de cambio muy fuerte, si se digitaliza, si usa datos, si usa inteligencia artificial, será más confiable, tendrá más accesibilidad a líneas de créditos”, ilustró.  Y completó: “Un actor que tiene datos está empoderado y exige datos a la hora de comprar insumos. Esos productores están abandonando las decisiones basadas en la tradición y en lo empírico, están adoptando decisiones de otra manera”.
Además de mejorar procesos de manera individual, Martins destacó que el uso de datos también acelera la interconexión entre actores. “El dato es la moneda de cambio que fluye y que fomenta la ‘coopetencia’. Ese es el último valor que aporta la inteligencia artificial: la cooperación con competencia, porque si mejoran las decisiones, también se aporta mejor información a la plataforma, lo cual se comparte”, concluyó.
Como dato adicional, Giraudo contó que la posibilidad de interconexión dio impulso a la Red de Mujeres Rurales, que nació en 2018 para dar presencia al sector con la llegada del G20. Sin embargo, aclaró que en la Argentina hay una gran desigualdad en términos de conectividad, que actúa como una limitación.

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