Sanidad y seguridad alimentaria, genética y verificacion de cultivares, los ejes que marcaron el primer día en el Congreso Argentino de Semillas
En el Auditorio de la Reforma de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba (FCA-UNC), se desarrolló este jueves la primera jornada del 2° Congreso Argentino de Semillas, organizado por la Asociación de Laboratorios Agropecuarios Privados (ALAP).
La misma estuvo marcada por el acto de apertura en el que hablaron la presidenta de ALAP, Ivanna Urbinatti; el secretario General de la FCA-UNC, Leandro Carbelo; el secretario de Agricultura y Recursos Naturales de Córdoba, Marcos Blanda; y el presidente de la Asociación Internacional de Análisis de Semillas (ISTA), Keshavulu Kunusoth.
Luego, fue la oportunidad de la conferencia inaugural titulada “Argentina frente a los desafíos climáticos actuales: qué y cómo sostener en escenarios de alta complejidad”, a cargo de María de Estrada, investigadora de la Chacra Experimental Miramar del Ministerio de Desarrollo Agrario de Buenos Aires.
Allí, la experta abordó la situación climática a nivel mundial, principalmente en lo que se refiere al calentamiento global y cómo este fenómeno incide en el incremento de eventos extremos como olas de calor, sequías, incendios e inundaciones.
En ese marco, planteó la necesidad de revisar las condiciones productivas para adaptarlas a paradigmas de sustentabilidad que contemplen la adaptación al cambio climático, sumando nuevas estrategias para reducir el impacto del agro en el ambiente.
En ese contexto, ALAP otorgó los premios “Anna Peretti” a los trabajos seleccionados por su aporte a la comunidad. y el premio a la trayectoria a la Dra. Mercedes Scandiani.
Sanidad e inocuidad alimentaria
Luego, fue el turno del primer bloque relacionado con uno de los ejes elegido por ALAP para su Congreso de Semillas, todos bajo el lema “Sustentabilidad en movimiento”.
En concreto, Guadalupe Mercado Cárdenas (INTA CERRILLOS); Silvina Pastor (IPAVE); Luis Rita y Luciana Ferrand (INASE), abordaron cuestiones vinculadas a sanidad, manejo, producción y fiscalización de semillas de legumbres.
En ese sentido, los profesionales resaltaron el papel fundamental de las legumbres en la agricultura, destacando su alto contenido de hierro, proteínas de calidad y su eficiencia en el uso del agua.
“Estos cultivos, como arvejas, garbanzos, lentejas y porotos, no solo son valiosos en términos nutricionales, sino que también tienen un bajo impacto ambiental al captar nitrógeno atmosférico y generar una huella de carbono reducida”, valoraron.
Un tema clave en este contexto es que la sanidad de estas semillas es un aspecto crítico, dado que son susceptibles a una amplia gama de patógenos, y son alimentos que luego van directo al consumo humano, por lo que enfrentan barreras estrictas en términos de inocuidad.
“Es un tema relevante ya que Argentina, a pesar de su potencial exportador en expansión, enfrenta desafíos significativos debido a la escasez de semillas de calidad”, alertaron.
Por otro lado, otro tema importante fue la “Mesa de Pyricularia”, en la que que se habló de la amenaza que representa el patógeno para el trigo en Argentina y de las experiencias de manejo en países vecinos: Brasil, Paraguay y Uruguay.
“Debemos conocer al patógeno para poder evitar que se instale y cause daños. El uso de semilla limpia y libre, los monitoreos en campo, los diagnósticos temprano en laboratorios, la búsqueda de resistencia genética, el uso adecuado de fungicidas y normativas regulatorias son cuestiones clave para minimizar su impacto en la producción”, enfatizaron los disertantes.
En este contexto, se presentaron dos trabajos científicos seleccionados de gran interés para la audiencia y que fueron premiados.
En cuanto al segundo eje abordado durante la primera jornada del CAS 2024: “Genética y verificación de especies y cultivares”, se hizo un recorrido por las nuevas herramientas que ofrece la biotecnología y por las distintas estrategias que se plantean a través del mejoramiento vegetal, para afrontar los desafíos del cambio climático.
En este bloque, también disertaron expositores de diferentes sectores científicos, públicos y privados, académicos y empresarios, que hicieron foco en las variedades que se necesitan para la agricultura del futuro, de cara al cuidado de recursos suelo y agua, tolerancia a enfermedades y manejo de malezas.
Como un ejemplo importante, se presentó un trabajo desarrollado por un equipo de investigadores argentinos en el cultivo del arroz, apuntando a llegar a mercados de América, Asia y África.
En concreto, buscando herramientas para controlar malezas que permitan pasar del arroz trasplantado a mano por una siembra mecanizada, lo que reduce el consumo de agua, energía, la emisión de gases con efecto invernadero y mejora la oxigenación y salud del suelo.
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