Sanidad aviar: Bioseguridad, una herramienta clave para prevenir enfermedades
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) interviene en todos los eslabones de la cadena avícola, controlando la sanidad animal y la calidad e inocuidad de los alimentos derivados de las aves destinados al consumo interno y al comercio exterior, y certificando estas cualidades.
En este sentido, la Argentina tiene una gran ventaja competitiva que favorece su posicionamiento tanto en el mercado externo como interno: es país libre de influenza aviar (IA) y de enfermedad de Newcastle (ENC).
Desde 1998, el Senasa implementa actividades dirigidas a la prevención de estas enfermedades, entre las que se incluyen el control de las importaciones de animales vivos y productos avícolas, la fiscalización y el asesoramiento respecto a las medidas de higiene y bioseguridad en las granjas, la implementación de todas las técnicas diagnósticas, la vigilancia epidemiológica activa y pasiva, el desarrollo de un plan de contingencia, actividades de capacitación para agentes del Servicio y veterinarios privados y difusión.
“El cumplimiento de los requisitos higiénico sanitarios, de trazabilidad y de calidad de los mercados más exigentes ha permitido incrementar la cantidad de destinos que solicitan esta producción a nuestro país. Actualmente, contamos con protocolos sanitarios acordados para exportar productos avícolas a más de sesenta países”, destacó M. Eugenia Ferrer, veterinaria responsable del Programa de Sanidad Aviar del Senasa.
En momentos en que recrudece la influenza aviar en gran parte del mundo, con excepción de América del Sur y Oceanía, el Senasa destaca la importancia de reforzar las medidas de prevención a nivel nacional y recomienda a los productores avícolas, profesionales, técnicos y personas ligadas a la avicultura, aplicar las medidas sanitarias establecidas, para evitar el posible ingreso de virus de IA y ENC a la Argentina, así como para prevenir enfermedades como las salmonelosis y micoplasmosis.
Para fortalecer las medidas de bioseguridad en las granjas avícolas, se recomienda: reforzar los controles de ingreso (minimizar visitas y presencia de personas ajenas, impedir el ingreso de otros animales), instalar y controlar el correcto funcionamiento de pediluvios y rodaluvios con su respectivo desinfectante, controlar moscas y roedores, utilizar e instalar las compostas debidamente y no movilizar guano o aves muertas sin autorización.
Asimismo, resulta fundamental evitar el contacto de gallinas y pollos con aves silvestres –colocando alambrados de malla antipájaro en las granjas que aún no los tienen y reparando aquellos que no estén íntegros–, así como restringir los viajes por razones laborales a países en los que existen focos de influenza aviar de alta patogenicidad. En caso de que fuera imprescindible el viaje, al regreso a la Argentina no se debe ingresar a las granjas al menos durante una semana.
Notificación al Senasa
Es imprescindible notificar cualquier sospecha de enfermedad en aves que presenten signos clínicos compatibles con la influenza aviar o enfermedad de Newcastle (signos de tipo respiratorios, digestivos y/o nerviosos). Dado que estas enfermedades producen la muerte de los animales, en caso de registrarse una elevada mortandad sin causa conocida, debe darse aviso inmediato.
Las formas de contacto son:
– En las oficinas del Senasa –comunicándose personalmente o por teléfono (las ubicaciones se pueden consultar a través de la web del Organismo)–.
– A través de la app “Notificaciones Senasa”, disponible solo en Play Store.
De esta manera, se podrá mejorar la sensibilidad del sistema de vigilancia y los veterinarios del Organismo se pondrán en conocimiento para evaluar cuáles son las acciones correspondientes que se deberán seguir en cada caso.
Por Senasa Regional Pampeano – Chivilcoy
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