Noviembre se va, dejando un gran alivio en los cultivos de gruesa

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Durante el fin de semana, lluvias generalizadas trajeron alivio a gran parte de la Región Núcleo, según describieron desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Los acumulados más significativos se registraron en el centro-norte y oeste de la región. Localidades cordobesas como Hernando recibieron 90 milímetros, Noetinger 68 milímetros e Irigoyen 52 milímetros. En el centro-sur santafesino, Clason reportó 44 milímetros, mientras que más al sur, en Bigand, las lluvias apenas alcanzaron los 20 milímetros. En contraste, el noroeste bonaerense prácticamente no registró precipitaciones. Fuera de la región núcleo, Rafaela marcó 91 milímetros y Sunchales sorprendió con un acumulado de 144 milímetros.

Florencia Poeta, del área de Estimaciones Agrícolas de la BCR, planteó que estas precipitaciones eran cruciales, ya que la siembra de soja se encontraba detenida en amplias zonas a la espera de humedad. Según el informe publicado el jueves pasado por la BCR, hasta la semana pasada se había sembrado el 93% de la soja de primera, pero aún restaban por completar 300.000 hectáreas, además de un avance más significativo sobre la soja de segunda, cuya implantación recién había comenzado de manera incipiente en algunos sectores.

Con este aporte hídrico, se espera que las labores de siembra se reactiven en los próximos días, especialmente en áreas que venían enfrentando condiciones de humedad limitada. Poeta señala que las lluvias pronosticadas hasta el miércoles podrían consolidar estas mejoras, permitiendo completar la soja de primera y avanzar sobre una mayor proporción de soja de segunda. Sin embargo, el sur de la región y sectores del noroeste bonaerense aún requieren más agua para alcanzar una condición óptima.

El impacto de las lluvias también beneficia al trigo, que ya mostraba buenos rendimientos en el informe anterior. En zonas como el sudeste cordobés y el centro-sur santafesino, donde las cosechadoras reportaban rindes positivos en trigo, el agua caída asegura además mejores perspectivas para los cultivos en desarrollo, como el maíz temprano. El clima sigue siendo un factor determinante en una campaña agrícola que combina resultados alentadores con desafíos regionales.

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