Por Caprolecoba
Mirada sobre la situación lechera en Mayo 2016
Después de las prolongadas lluvias de Abril, en Mayo tiende a normalizarse la situación, aunque llevará tiempo superar las consecuencias en las principales zonas afectadas.
Con los suelos muy cargados de reservas, vamos entonces al final de este evento «Niño» tan intenso. Y ya no se prevén lluvias frecuentes ni caudalosas hasta la salida del invierno. Con un pronóstico de episodio «Neutro» por delante, favorable por sus condiciones moderadas, para el desarrollo de los cultivos de invierno, las pasturas y los verdeos.
A mediados de Mayo, una masa de aire frío tiende a estabilizar las condiciones climáticas, y vientos moderados ayudan a secar el ambiente, aunque en un marco de bastante nubosidad.
Para Junio y Julio se vislumbra la posibilidad de que se seque bastante la capa superficial de los suelos. Y el SMN estima lluvias y temperaturas, normales para la época.
PRODUCCIÓN Y PERSPECTIVAS
Es difícil ponderar la magnitud de los daños provocados sobre la cuenca central lechera del país, por las desmesuradas lluvias caídas a lo largo de los interminables veinte días de Abril, que descargaron entre 300 y 600 milímetros de agua sobre una región no preparada para recibirlos. Así como es difícil calcular el tiempo que va a llevar en esos territorios la reparación de las pérdidas sufridas, y la recuperación de la producción.
Semejante inclemencia, ocurrida con el telón de fondo de una crisis de precios relativos, rentabilidad negativa, y fuerte endeudamiento en los tambos, sacudió el escenario a nivel nacional. Y obligó a replantear y a adaptar todas las estrategias productivas, políticas y comerciales.
El Oeste de Bs As, en general, no se vio esta vez muy afectado. Salvo en áreas como G. Villegas, Rivadavia, Rivera, o Puán. En nuestra región, los suelos mantienen niveles de humedad que permiten sostener una buena base forrajera, con restricciones de acceso moderadas por problemas de piso. No obstante, se percibe en los rodeos las consecuencias de un mayor descarte, y haber tenido que ajustar la calidad y cantidad de concentrados utilizados en las dietas. Lo cual, deja como consecuencia en Abril, una merma de volúmen que ronda el 12% respecto del año anterior, en los principales recibos de planta de la región.
EL ESCENARIO COMERCIAL
Abril: Primer escalón en la recuperación del precio de la leche
Quizá empujadas por el espanto que provocó el desastre climático en la región central y apremiadas por la caída de los recibos, las industrias salieron en Abril a defender la leche que tenían o a buscar la que pasó a faltarles en gran medida. Lo hicieron con una comprensible prudencia, y aceptando jugar en un escenario de competencia, que en el sector lechero debería ser el habitual y no la excepción ante una emergencia.
De esta manera, los precios pudieron romper su letargo y lento movimiento de caracol, produjeron la primera suba de consideración en bastante tiempo, y marcaron sobre Marzo incrementos cercanos al 15% en «$/litro» y 12% en «$/Kg de proteína». Mientras que la comparación interanual, muestra que aún los tambos están cobrando entre 2 y 3% por debajo de 2015, en moneda corriente.
Mayo: Vamos por un segundo escalón
Los diálogos y negociaciones entre las industrias y los productores, en lo que va de Mayo, permiten suponer que subiremos un segundo escalón en este proceso de recuperación de precios. Que será una condición necesaria (aunque difícilmente suficiente) para que los tambos puedan, de a poco, ir recomponiendo su producción y saneando su deteriorado cuadro financiero.
De esta manera, no vamos poder salir aún de una crisis que es global, no sólo nacional (y en la que parece quedar bastante camino por delante todavía). Pero sí nos encaminamos a reposicionarnos en la misma, parados sobre una banda de precios entre u$s 0,25 y u$s 0,30 por litro. Dos escalones más arriba de donde estábamos hace apenas un par de meses.
SanCor
Lamentablemente, esta importante Cooperativa (con bases significativas en nuestra Cuenca Oeste) enfrenta nuevamente severos problemas, que complican mucho la marcha de sus operaciones. Se trata de viejos problemas estructurales, sobre los que se ha venido trabajando y obteniendo logros parciales, pero sin dar con soluciones sustentables, por lo que recurrentemente se vuelve a tropezar con crisis, cada vez peores.
Es claro que SanCor tiene aún recursos para desprenderse y obtener fondos. También que desde el gobierno se podría colaborar en el destrabe de algún nudo financiero. Pero más claro que eso, es que la tarea que ya no puede eludirse más, es la de reestructurar a fondo esta empresa, sobredimensionada en relación al volúmen de leche que maneja. Cuestión que debiera ser la condición para una eventual ayuda oficial. Y que debiera tenerse en cuenta en la propia venta de plantas o las mejores áreas de negocios. De forma de impedir el regreso al mismo punto, a pesar del nuevo esfuerzo realizado.
EL MARCO POLÍTICO INSTITUCIONAL
Bondades y exigencias de la «normalización» económica
Solemos pensar en las bondades que ofrecería al país su «normalización» económica: estabilidad en las reglas de juego, seguridad jurídica, mayor transparencia, baja inflación, mayor confianza, inversiones y generación de puestos de trabajo registrado, igualdad de oportunidades, mejor nivel de vida general, etc. etc.
Pero todo esto no es compatible con la vieja cultura prebendaria, que desde distintos sectores lucha por eternizarse en nuestro país. En términos empresarios, para disfrutar de una sana economía, hay que basarse en el esfuerzo del propio equipo, en la mejora contínua, el desarrollo de la competitividad, y una adecuada integración institucional, dentro del sector al que pertenecemos y con el conjunto de la sociedad.
El bien común, como límite saludable de intereses sectoriales
En nuestra cadena lechera, la forma en que los productores perdimos participación respecto del valor final del litro equivalente al conjunto de productos lácteos ofrecidos en el mercado (31% a 21%), muestra que alguien aprovechó una circunstancial correlación de fuerzas, para descargar parte de sus ineficiencias sobre otro sector, en medio de una crisis. Y también que alguien colaboró involuntariamente para que eso sea posible, al no ocupar institucionalmente el espacio que le corresponde.
Así, se altera el principio por el cual la defensa del interés de una empresa, se potencia en el respeto por el interés del sector, y el de éste, en el respeto por el interés de la cadena, y el del conjunto de la sociedad.
Es el descuido por el «bien común», que fija el límite y da el sentido último al interés de nuestra empresa.
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