Los exportadores decidieron no liquidar sus divisas y no aparece la forma de fortalecer las reservas del BCRA
En el marco de la escasez de dólares que mantienen la atención de las autoridades económicas y de los agentes del mercado, ayer fue el primer día en que empezó a aplicar la baja temporal de las retenciones, que en el caso de la soja se redujeron en tres puntos porcentuales para ubicarse en 30%.
Según fuentes del mercado, tal como se esperaba, las liquidaciones por parte del sector agrícola estuvieron muy por debajo de lo esperado por el Gobierno.
Mientras tanto, el Banco Central (BCRA) continúa perdiendo reservas. «El BCRA alternó ventas y compras durante el desarrollo de la sesión de hoy (por ayer), recuperando parte de lo vendido sobre el final del día», indicó Gustavo Quintana, analista de PR Cambios, que además detalló que fuentes privadas del mercado estimaron que las ventas netas de la entidad monetaria cerraron ayer entre US$ 15 millones y US$ 20 millones.
«Mientras la brecha cambiaria siga en torno al 100% como contrapartida del excedente de pesos que deja el déficit fiscal y el alto nivel de riesgo país, producto de la incertidumbre de cómo se corregirán dichos desequilibrios, el exportador tiene incentivos a financiarse en pesos a tasas reales negativas contra la expectativa de devaluación e inflación y a demorar la exportación. El importador tiene incentivos a tomar pesos y llevarse todo lo que pueda al dólar oficial, agudizando la presión en las reservas del BCRA y la presión cambiaria al retroalimentar expectativas de devaluación e inflación», explicó ante El Economista Federico Furiase, director del Estudio EcoGo.
De acuerdo con Gabriel Caamaño, director de la consultora Ledesma, los exportadores intentarán retrasar lo más posible la liquidación debido al alza constante del tipo de cambio. «Si hay algo que tenemos claro en este momento es que el dólar está yendo siempre para arriba. Para generar imprevisibilidad, hay que lograr que en algún momento baje, lo cual no ha sucedido en estos meses, ya que sobran pesos y el Gobierno tampoco está dispuesto a hacer jugar el diferencial de tasas. Quiere generar incertidumbre, pero con el ritmo de alza», señaló en diálogo con este medio.
Reservas, depósitos y dólar De acuerdo con el resumen de las variables financieras que publica diariamente el BCRA, las reservas brutas cerraron ayer en US$ 41.126 millones, lo que significó una reducción de US$ 46 millones respecto al cierre del lunes y en las cuatro ruedas que van del mes acumulan una baja de US$ 255 millones. Según el consenso de los economistas, las reservas netas son inferiores a los US$ 5.000 millones y las reservas «líquidas» ya están por debajo de los US$ 1.000 millones.
En tanto, los depósitos privados, que hacen parte de las reservas brutas, siguen en descenso.
Dicha baja empezó a presentarse (nuevamente) desde el anuncio del endurecimiento del cepo cambiario, que tuvo lugar a mediados de septiembre. El jueves pasado, los depósitos privados cayeron US$ 64 millones, a pesar de que todos los primero de cada vez tienden a subir por la renovación del cupo de los US$ 200 mensuales, es cual ahora es accesible para muy pocos.
Durante la jornada del viernes (último dato disponible), los depósitos privados cayeron US$ 119 millones, por lo que perforaron los US$ 16.000 millones y su ubicaron en US$ 15.964 millones. Desde el 15 de septiembre, día en que el BCRA anunció el refuerzo de los nuevos controles, la salida de los depósitos acumuló US$ 1.415 millones.
Por su parte, los dólares alternativos siguieron subiendo ayer y alcanzando nuevos récords, por lo que la brecha continúa ampliándose.
El «contado con liqui» (CCL) siguió avanzando y cerró por arriba de los $154, alcanzando así un nuevo máximo, mientras que el dólar Bolsa o MEP cedió a $140 sobre el cierre: «nuevamente, salieron a bajarlo al final», apuntó un operador. En tanto, el dólar «blue» subió otros $2 respecto al lunes y llegó al récord de $152 (acumula una suba de $5 desde los anuncios del jueves pasado).
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