Conocer cómo las distintas variedades trigueras se comportaron ante las enfermedades en la campaña pasada es central a la hora de decidir acciones para la campaña por venir.

Con la intención de que el productor pueda contar con herramientas para tomar decisiones, INTA Pergamino ha elaborado un completo informe basado en un seguimiento de las variedades de trigo que forman parte de una red de ensayos que coordina el INASE.
En ese sentido, los especialistas Fernando Jecke, Lucrecia Couretot e Ignacio Terrile, han elaborado el informe que expone los resultados obtenidos tras el relevamiento del comportamiento de las variedades existentes en el campo Experimental del INTA Pergamino, como así también en el criadero de la firma Kleint en Alberti; y el criadero de Don Mario en Chacabuco.

El trabajo conjunto entre el Grupo Trigo y el Grupo de Fitopatología del INTA Pergamino detalla la situación asociada al clima durante la campaña y en ese sentido asevera que en la región la ocurrencia de inviernos poco rigurosos, primaveras lluviosas y templadas, la presencia de rastrojo de trigo en superficie sin descomponer, y la limitada diversificación de cultivares, hacen que el riesgo sanitario regional para el cultivo de trigo sea moderado a alto. En esta región se dan las condiciones para el establecimiento de un número considerable de enfermedades parasitarias. Entre ellas, las más difundidas y de más intenso desarrollo son la Roya de la Hoja, la Mancha Amarilla y la Fusariosis de la Espiga; en las últimas campañas ha tenido gran difusión la Roya del Tallo.

“Este trabajo le da al productor la posibilidad de saber ante una variedad qué escenario probable va a tener en la próxima campaña. Tampoco se trata de matemática pura, pero es muy probable que suceda lo mismo si se dan las mismas condiciones ambientales, o tal vez tenga algún cambio en caso que se cambien las razas”, explicó Fernando Jecke, quien adelantó que en variedades muy susceptibles a roya del tallo o de la hoja “es muy probable que éste año se comporten de la misma manera y si el productor puede saberlo de antemano, tendrá el poder decidir con qué herramientas puede defenderse de estas enfermedades”.

Del trabajo se desprende que a partir del análisis de la información relevada en cada sitio se pudo conocer el nivel de desarrollo de las enfermedades foliares en forma general y orientativa para los cultivares evaluados durante la campaña 2015.

Por Diego Bustos/Prensa INTA Pergamino