La Biblioteca Popular José Ingenieros surgió por iniciativa del Concejal Municipal don Enrique Torres, quien inicialmente presentó, al entonces Intendente Municipal Eduardo Fauzón, un proyecto de creación de una Comisión Municipal de Extensión Cultural, que se concretó en el año 1932. Esta Comisión recogió el deseo de muchos vecinos de contar con una biblioteca pública.

En una reunión celebrada en dependencias municipales, con fecha 25 de marzo de 1933, se dispuso crear una biblioteca con orientación popular, para cuya finalidad se designó una Comisión que se encargaría de todos los trabajos previos, la cual fue integrada por: Presidente; Sra Adela Berta S. de Caplán, Vicepresidente: Zulema P. de Garbiso, Secretario: Pedro Estévez, Prosecretaria: Zulema L. García, Tesorero: Alcides Casas, Protesorera: María Sajaroff y vocales: Nelly A. Pico, Rosa Elías y Adela Rumi. Estas personas fueron las que decidieron llamarla Biblioteca Popular José Ingenieros y quedaron encargadas de la confección de un proyecto de Estatuto.

El nombre fue elegido por considerar que José Ingenieros, destacado escritor, médico y sociólogo, encaminó su obra a formar a la juventud, no sólo a instruirla con conocimientos científicos y artísticos sino a forjar el carácter del hombre, con dominio pleno de sus facultades y poderes y así señalar los caminos para que el hombre se eleve de la mediocridad, superándose integralmente. José Ingenieros había fallecido en 1925 y se buscó que sirviera de émulo para el mejoramiento humano. (Biografía de José Ingenieros en recuadro anexo)

La primer comisión directiva elegida en Asamblea General el 27 de agosto de 1933 y por el término de un año, fue la siguiente: Pdte: Alcides Casas, Vice: José García, Secretaria de Actas: Srta Zulema García, Sec Gral: Nelly Pico, Tesorero: Armando Palacios, vocales: Carmen Lagunas y María Sajaroff. Oficialmente quedó inaugurada el 12 de octubre de 1933.

Al fijar las líneas de trabajo, se estableció que la Biblioteca debía ser “absolutamente neutral en cuanto a ideas políticas y religiosas y, al mismo tiempo, propendería a mantener y fortificar el sentimiento de nacionalidad, a robustecer la voluntad y el carácter y a propagar conocimientos de letras, de ciencias puras y de ciencias aplicadas”.

Una Institución con 83 años de trayectoria que va cambiando con los tiempos, rescata los valores fundantes y propone la participación ciudadana para orientar el timón hacia nuevos rumbos.

Fuentes: 1. Actas del cincuentenario de la Biblioteca; 2. Héctor José Iaconis/ Graciela Gómez Sala.