La vigencia de las ideas de Pablo Hary, fundador del Movimiento Crea a 20 años de su fallecimiento
“…Un milagro argentino es posible, pero alguien debe ponerlo en movimiento…”, Pablo Hary
El 4 de febrero de 1995, a los 93 años de edad, fallecía en la localidad bonaerense de Henderson, el mentor de los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), Pablo Hary. Su mentalidad innovadora y humanista lo llevó a fundar en 1940 la Asociación Rural de Henderson; lo que sería el presagio de su mayor logro.
El artículo quedó -en apariencia- archivado pero dos años más tarde, cuando Hary volvió de un viaje reunió en su estancia a un grupo de productores de la zona para fundar el grupo CREA Henderson-Daireaux, unidos por un objetivo crucial por aquella época: detener la erosión de los suelos en el centro-oeste de la provincia de Buenos Aires. Años más tarde se sumaron otros tres grupos CREA, generando un movimiento que derivó en la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA).
El Movimiento CREA incluye principalmente el sistema de trabajo en grupo que fomenta la integración y disminuye el aislamiento donde se comparten experiencias y se suman esfuerzos. La idea de conformar consorcios de productores para compartir conocimientos tomó un rápido impulso. Don Pablo fue un visionario pero también un pragmático que llevó a cabo sus sueños predicando con el ejemplo. Él pensaba, creaba pero también recorría los grupos CREA y se mantenía en contacto con su gente y sus realidades.
Las ideas de Pablo Hary abrieron caminos. En la actualidad, el Movimiento CREA reúne a más de 2000 empresarios agropecuarios organizados en 225 grupos CREA y distribuidos en 18 regiones diferentes del país que, en la última campaña, sembraron 2.370.000 hectáreas destinadas a los cultivos de soja, trigo, maíz, cebada, girasol y arroz. Además, destinaron unas 1.607.337 hectáreas a la producción de carne, y por último, fueron los responsables del 9% de la producción nacional de leche con más de 981.320 litros producidos.
El método CREA no solo busca satisfacer necesidades productivas de los miembros, hecho que se refleja en las múltiples actividades que la institución lleva a cabo; congresos educativos, regionales, nacionales y tecnológicos, programas de liderazgo y capacitaciones, entre otros proyectos.
“CREA no es una receta. Es una filosofía”, decía Pablo Hary; esta filosofía se basa en valores como el diálogo, la generosidad, el compromiso, el respeto y la integridad, entre otros. Estos principios tienen 58 años de vigencia. Hoy, una gran cantidad de empresarios agropecuarios se encuentran reunidos para seguir avanzando en el beneficio común de la Argentina y el mundo; esta es la razón de ser del CREA y el motor del perfeccionamiento buscado que deberá mantenerse a futuro.
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