La Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA) que conforman CRA, la SRA, Federación Agraria y Coninagro, manifestaron su total rechazo a la eliminación de las exenciones para inmuebles rurales incluida en el proyecto de reforma de Bienes Personales que será tratada en la Cámara de Diputados.

Esta modificación se combina con el aumento que tuvo la valuación de los campos que, en algunos casos, llegó a ser de entre 10 y 20 veces el valor fiscal original.

Para la Mesa de Enlace, esto representa un nuevo «impuestazo» para el campo, al que califican como «el sector más dinámico y competitivo, y el que está en mejores condiciones de contribuir para sacar al país de la severa crisis económica en la que está».

Si a esto se le suma la nueva imposición de derechos de exportación y la posibilidad de llevar las retenciones a la soja al 33%, incluidas en el proyecto de presupuesto, las entidades advierten que están ante «un panorama absolutamente desalentador».

Los presidente de FAA, Coninagro, SRA y CRA que integran la Mesa de Enlace rechazaron la posicion del Gobierno

Desde CRA subrayaron que se esta realizando un presupuesto de espalda a la sociedad  y repudio la actitud del presidente de la Comisión de Presupuesto en hacer secreta y cerrada la reunión del día de hoy, que originalmente, era abierta a la sociedad, impidiendo a los contribuyentes a interiorizarse del nuevo impuestazo que se pretende imponer al campo.

La Comisión de Presupuesto, que preside Luciano Laspina, no permite participar, ni tomar conocimiento de cómo será para los productores agropecuarios, que son los damnificados, este nuevo ajuste que afectará al sector más competitivo de la Argentina.

Por su parte Coninagro y Sociedad Rural Argentina manifestaron, resulta paradójico que, en un momento en el que el sector privado necesita incentivos positivos para producir, invertir y renovar la confianza en el país, «el sector público busque que el grueso del ajuste recaiga sobre el campo y los productores».

Al mismo tiempo, cuestionaron que el Estado en todos sus niveles «continúa mostrando una ausencia de voluntad de dar el ejemplo realizando su propio ajuste sobre sus onerosos presupuestos y obscenos niveles de gasto».

«Antes de continuar exigiéndole al campo esfuerzos extraordinarios, el sector público debería dar señales concretas y palpables de estar verdaderamente dispuesto a recortar sus costos».