Las generosas lluvias de septiembre recargaron bien los perfiles del suelo en la Cuenca Oeste y gran parte de la pampa húmeda. Esto nos dejó en mejor condición para enfrentar un período en el que esas lluvias quizá sean más esquivas. Sobre todo a partir de octubre, producto de la aparición de una “Niña” débil. La última lluvia que por ahora tenemos pronosticada es para los últimos días de septiembre.

Para SET-OCT-NOV en el oeste de Bs As el SMN anticipa lluvias normales con temperaturas normales o mayores a las de la época.

Las buenas lluvias de septiembre impulsaron una gran reacción de la base forrajera, cosa que fue reflejada en las mediciones de pasto del Tambo Demostrativo de la Cuenca, que con un manejo eficiente, alcanzó valores muy altos.

Al sostenerse relaciones de precio mejoradas es posible hacer una buena administración de la suplementación con concentrados, sin incurrir en la sustitución del pasto mencionado. Esto augura una buena producción de octubre.

Septiembre: Hay cosas que cuidar, porque pueden romperse

Después de un año, los tamberos pudimos volver a crear valor en nuestras empresas, en julio. Seis meses detrás de que lo hiciera la industria. No hay holgura en los números, pero en un contexto económico complicado, representa un logro y una buena perspectiva para la cadena (para el productor y también para la industria).

No estamos para champagne ni tampoco para el apocalipsis. Alcanzamos un status bueno pero frágil. Hay que cuidarlo porque puede romperse. Nada más y nada menos.