El país del Granero está de pie

En el discurso de Palermo 2014 se habló de la prudencia del campo, de la educación, de los pequeños y medianos productores, de las economías regionales y de la depredación de la década. Se hizo mención que la inseguridad se le ríe en la cara a los argentinos y la complicidad para robar los dineros públicos. También se dejó en claro que el campo es más que campo.

Share on FacebookShare on Google+Tweet about this on TwitterShare on LinkedIn
Minutos después de la hora 11, de este sábado 26, Sociedad Rural Argentina volvió a reclamar por políticas previsibles para todo el arco agropecuario de la República Argentina.
En un mensaje del presidente de la entidad, Luis Miguel Etchevehere, que perduro 25 minutos, en el marco de la inauguración oficial de la 128° Exposición Rural Internacional de ganadería, agricultura e industria de Palermo 2014.
El dirigente rural inicio diciendo “la prudencia ha sido desde siempre considerada una virtud superior. Pero, cuando la prudencia se convierte en inacción, se transforma en cobardía.
Prudencia, moderación, responsabilidad, por supuesto. Siempre. Cobardía, silencio, complicidad, no. Ni ahora, ni nunca”, aseguro.

A lo que agrego “es esta convicción la que nos permite llevar a cabo nuestra siembra todos los días”, arrancando así el primer reconocimiento del público con un aplauso.
También apunto “Nos mantuvimos de pie. Resistimos el atropello autoritario. Hemos logrado superar todas las tormentas. Las que desata el gobierno y las que desata el cielo. Las inundaciones, la sequía real y el desprecio absoluto por el diálogo. Pese a todas las zancadillas, hoy podemos decir que el campo argentino mantiene su frente alta, orgulloso de ser el más competitivo del mundo, pese a los palos en la rueda de quienes no conocen ni quieren conocer la revolución tecnológica en la que estamos embarcados y han hecho de la ignorancia una práctica política”, critico.
En otro párrafo hablo al ámbito agropecuario expresando “derribar es cuestión de minutos. Edificar exige tiempo y sudor. En nuestras raíces y en nuestra sangre, está metido el valor del esfuerzo y de la paciencia que nos enseñaron nuestros padres. Si nos gustaran los facilismos, no seríamos productores agropecuarios. Con responsabilidad, seguimos trabajando”.
También indico “estamos dispuestos a poner el hombro y a cargar sobre la espalda lo que haya que cargar para ayudar a que este país tenga un futuro apasionante: Uno futuro federal, un futuro donde el delito deje de existir tanto en las ciudades como en el campo y desaparezca la inseguridad.

Etchevehere en su discurso incluyo la educación, donde remarco “un futuro donde educar no solo signifique únicamente capacitar para el desempeño profesional, sino también capacitar para la responsabilidad ciudadana y la solidaridad social.
La escuela pública supo hacerlo. Recuperarla equivale a recuperar otra calidad de convivencia para los argentinos.
En otro orden pidió contar con políticas diferenciadas para pequeños productores. Capaz de promover su arraigo y asegurar su vida en familia.
Al referenciarse al gremialismo rural, considero “no caímos en la trampa de la provocación. No pudieron aislarnos.
Hoy estamos todos juntos y más que juntos unidos, tirando para el mismo lado. La Mesa de Enlace es un ejemplo invicto de convivencia en la diversidad. En ella cada uno defiende con pasión lo que piensa, pero pone por encima el interés de todos.
Con la Mesa de Enlace y junto a los trabajadores rurales, seguiremos empeñados en recuperar el Renatre, ejemplo de convivencia entre trabajadores y productores.

Desafío social
También tendimos puentes de confianza hacia todos los empresarios. Hemos integrado el Foro de Convergencia Empresaria, ese esfuerzo tan auspicioso que viene a demostrar que no hay desarrollo real sin ciudadanía.
Necesitamos entonces el compromiso de las fuerzas políticas, tanto de las que sean en el futuro oficialistas u opositoras.
Unas y otras deberán mantener a lo largo del tiempo la vigencia de esas Políticas de Estado.

Balance de 10 años
Quedo demostrado que la lógica del gobierno actual no funciona: el insulto, el prejuicio, la intolerancia, la soberbia de creer que se puede saberlo todo sin tomar en cuenta a los que no piensan como uno.
Si se sigue aplicando lo que no funciona, no podemos esperar resultados diferentes.
No se afianzara el federalismo. No habrá sustentabilidad. No habrá empleo digno ni desarrollo armónico de las provincias. Prosperara en cambio el narcotráfico. La inseguridad seguirá cosechando víctimas.
Seguirán estancados nuestros ferrocarriles. La corrupción seguirá riéndose en nuestra cara.
Se extenderá el desarraigo de quienes no pueden vivir en su propio suelo y el miedo podrá más que la alegría de ser argentino.
En este momento, el gobierno se enfrenta a algo a lo que no puede escapar: el momento del balance.

Memoria.
Etchevehere no dejo de lado lo que ha perdido el pais, haciendo memoria de la perdida de 10 millones de cabezas de ganado menos. 14 mil ganaderos menos. 135 frigoríficos menos.
15 mil empleados del gremio de la carne menos. 7 años de incumplimiento de la cuota Hilton, que nos han hecho caer del tercero al décimo tercer puesto en exportaciones de carne.
Seguimos produciendo la misma cantidad de leche que en 1999, pero 7 mil tambos han desaparecido. Mientras tanto, todos nuestros competidores aumentaron su producción.
Producimos un 40 por ciento menos de lana. Eso significa 20 millones de kilos menos por año. Detrás de cada oveja hay un ovejero, y detrás de cada ovejero hay una familia. Un tercio de nuestro territorio depende de la oveja. La oveja significa soberanía, y hoy, en Santa Cruz, por falta de rentabilidad, hay 600 establecimientos ovejeros menos. O 600 campos abandonados, que es lo mismo.
El mismo panorama desolador reina en la producción de algodón, en la de aceituna y aceite de oliva, y en tantos otros sectores.
No solo el maíz y el trigo; hasta la soja deja de ser rentable a medida que nos alejamos de los puertos. Ha caído el precio internacional, es verdad. Pero el gobierno, en vez de respaldar a la producción, ha seguido ahogándonos a través de las retenciones.
La intervención del Gobierno hizo que tuviéramos las dos peores siembras de trigo en cien años. Hay dos grandes perdedores: los productores y los consumidores. Y dos grandes ganadores, los que se cartelizaron, y los que abusaron de su posición dominante en complicidad con el Gobierno.

76 mil millones de dólares
En otro orden Etchevehere recordo que «solo en concepto de retenciones a los granos, el gobierno recaudó 76 mil millones de dólares en diez años.
Se llenaron los bolsillos y recaudaron como nunca. Ningún Gobierno, desde el retorno de la democracia, tuvo tanto poder y tanto dinero. Y sin embargo, no soluciono ningún problema de fondo.
Después de la supuesta década ganada, el 90 por ciento de los caminos siguen siendo de tierra y sin mantenimiento. y en el diez por ciento restante vivimos esquivando pozos.
El populismo demagógico cree que todo se resuelve con algunos pesos y mucha publicidad.
Este gobierno no quiere resolver los problemas de los más necesitados; se los quiere sacar de encima y valerse de ellos como capital electoral.
No quiere transformar la realidad injusta porque apela al facilismo. No apuesta al esfuerzo, a la educación de calidad. Este proyecto no tiene alma, no tiene amor por la patria ni por los argentinos, no tiene en cuenta las personas, solo le interesa la rentabilidad lograda mediante el fracaso de las mayorías.
Fue la década depredada. Depredaron los recursos del campo, las reservas energéticas y las del Banco Central. Depredaron la credibilidad de las estadísticas públicas. Y se extiende sobre todos nosotros la sombra de un nuevo default, mientras nos dicen que la cuenta la pague el que sigue.

A futuro
Sin embargo, y a pesar de todo, nada está perdido sin remedio. Nuestra brújula es la necesidad de cambiar.
Para lograrlo, necesitamos políticas públicas adecuadas.
Un Estado en el que el poder esté al servicio de la ley y no la ley al servicio del poder.
De aquí al año 2020, podemos pasar de 100 a 160 millones de toneladas de granos.
De 11 a 18 mil millones de litros de leche.
Podemos llegar a los 5 millones de toneladas de carne, sin un solo frigorífico cerrado, sin un solo trabajador en la calle.
Podemos cosechar 20 millones de toneladas de trigo por año, 4 veces más de lo que necesitamos para abastecer el consumo interno, podemos repoblar de ovejas la Patagonia y generar decenas de miles de puestos de trabajo.
Por eso, por toda la República se extiende una convicción unánime: es urgente cambiar el rumbo.
Con el campo en marcha, el país que viene no tendrá nada que ver con este.
Ya logramos el compromiso inicial de las principales fuerzas políticas con voluntad de dialogo. Celebramos esas propuestas, y esperamos que pronto se transformen en hechos concretos.
Responsabilidad, siempre; cobardía, nunca. Menos aún corrupción, señalo.

Finalmente Etchevehere denuncio “el corrupto es un hombre que se aprovecha del poder político o económico para robar los dineros públicos, y para conspirar contra el orden democrático como dice la Constitución Nacional. Eso es intolerable para todos que se levantan al alba para trabajar y no para fabricar billetes o apropiarse de empresas ajenas.
El campo es progreso. El campo es industria, construcción, comercio, servicios, infraestructura, y alimentos para todos.
El campo es semilla y locomotora del desarrollo. El campo es cultura porque aporta conocimiento, remarco en el final de su discurso.

Deja un comentario