El dólar soja, para especuladores, no para productores
En los últimos días, asistimos a una violenta embestida del Gobierno, en contra de los productores, imputándoles falsamente, la ausencia de dólares que el Gobierno padece.
Desde el presidente hasta algunos de sus más obsecuentes seguidores, culpan al campo, pretendiendo ignorar, la realidad, la forma de producción, las estadísticas y hasta los más elementales derechos constitucionales.
El gobierno luce desorientado, errático y no se sabe quién conduce, en su propia crisis, busca culpables, ahora pretende, que sea nuevamente el campo.
Hace unos días el ministro de Agricultura, indicó que no habría ni devaluación ni quita de retenciones; por la noche el Banco Central, formuló un engendro, destinado a incentivar la venta de soja; Mismo Gobierno, mismo día, señal clara del desconcierto.
El Gobierno ignora el funcionamiento de comercialización y financiamiento del sector agropecuario.
No se puede ignorar la falta de confianza en el Gobierno, los muchos rumores que se alientan, aún, desde el propio oficialismo, todos coincidimos en que la crisis es producto de la pésima gestión del Gobierno, la incapacidad de su Gabinete, la ruptura de su alianza política y el atraso ideológico de sus posturas económicas y políticas.
El anuncio de un dólar «soja» por treinta días, pretende convertir al productor sojero, del interior del país en un timbero profesional; Bajo la mirada atenta de la medida, se esconde un proceso de gestiones múltiples, engorrosas, cuestiones impositivas provinciales y plena confianza en el Gobierno, demasiado engorro para gente que solo está acostumbrada a trabajar, producir y ahorrar en la moneda que produce (sus granos) para ir comerciando en la medida de sus necesidades.
La multiplicidad de tipos de cambio, solo muestra el descontrol económico en el que estamos, donde a cada día y a cada problema se crea un nuevo tipo de cambio. Los turistas la semana pasada; quienes liquiden soja, esta semana, solo activan la desconfianza, la sensación profunda, que con tanta inconsistencia no saldremos nunca del pantano en el que estamos.
El presidente y su violencia verbal, contrastan con su pasividad y pésima gestión, unos pocos confundidos que pretenden seguir viviendo del Estado, amenazan marchar contra los productores, sí, marchan contra los que posibilitan que ingresen los dólares con los que se sostiene el frente externo y el pago de importaciones.
Gobierno confundido, ministros que se contradicen, medidas mal tomadas, inconsultas y nulas en sus resultados, culpas a terceros, violencia en las palabras y los gestos, decadencia y mentiras, agobio de los ciudadanos, récord de inflación, sin crédito externo, ni interno, solo auguran más decadencia, aunque a los gritos se nos pretenda engañar con un presente tan promisorio, como inexistente.
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