El desempleo real es de 28,5% en la Argentina, según la encuesta de la UCA
El último informe del Observatorio de la Deuda Social revela que las restricciones para salir a buscar trabajo aumentaron los niveles de desocupación; fuerte impacto en el empleo informal
La pandemia golpeó tan fuerte al mercado laboral de la Argentina que el índice de desocupación real en el país hoy es del 28,5% en función de las personas que perdieron sus trabajos, tuvieron que cerrar comercios o se vieron forzadas a quedarse en sus casas por las restricciones sanitarias impuestas ante el avance del Covid-19.
Según el último relevamiento que hizo el Observatorio de la Deuda Social de la UCA la desocupación real del 28,5% se midió en 2020 en función de la gente que perdió sus trabajos, tuvo sólo empleos temporales o bien se vieron impedidos de salir a buscar trabajos por las imposiciones de la cuarentena.
La cifra de desocupación real proyectada emitida por la UCA dista del 11,6% de desempleo que informó el Indec el año pasado.
De todas maneras, la tasa de desocupación tradicional se incrementó, entre 2019 y 2020, del 11,3% al 13,9% de la población económicamente activa, el valor más elevado de la década, según los datos de la UCA.
La Encuesta del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, referida a la población de 18 años y más, sostiene que a pesar de la fuerte pérdida de empleo observada, la tasa de empleo disminuyó del 57,9% al 54,1%, se dio un efecto de desaliento en la búsqueda de empleo ya sea por la imposibilidad de circular libremente por las disposiciones del ASPO o del DISPO o, por la creencia de que no se va a conseguir trabajo.
«La tasa de desempleo real del 28,5% registrada el año pasado supera por lejos al 21% de desocupación que se había registrado en la Argentina en el 2001 en un contexto de grave crisis. Esto es porque la tasa de medición tradicional no releva a aquellas personas que querían salir a buscar empleo pero que no pudieron hacerlo por las restricciones de la pandemia», explicó a El Cronista, Eduardo Donza, uno de los autores del informe de la UCA sobre desempleo.
El documento añade que en 2020, sólo el 43,7% de la población económica activa de 18 años y más logró acceder a un empleo pleno de derechos. Mientras que el 13,9% de esta población se encontraba abiertamente desempleado y el 14,5% sometida a un subempleo inestable (realizando changas, trabajos temporarios o no remunerados, o siendo beneficiarios de programas de empleo con contraprestación).
A la vez, el 27,9% contaba con un empleo regular pero precario (con niveles de ingresos superiores a los de subsistencia, pero sin afiliación alguna al Sistema de Seguridad Social).
El trabajo elaborado por el Observatorio de la Deuda Social en las grandes ciudades de la Argentina reveló también que en el último año aumentó la proporción de ocupados en el sector microinformal de la estructura productiva (actividades laborales autónomas no profesionales o llevadas a cabo en pequeñas unidades productivas de baja productividad, alta rotación y baja o nula vinculación con el mercado formal).
En 2020, este sector reunía al 51,1% de los ocupados. En el mismo año, los ocupados en el sector público representaban el 15,2% (se incluye tanto a los empleados que cubren las necesidades operativas del Estado como a los trabajadores que realizan contraprestación en los programas de empleo directo), y solamente el 33,7% de los ocupados realizaban actividades en el sector privado formal (actividades laborales profesionales o en unidades económicas de media o alta productividad e integradas a los mercados formales).
En 2020, el 36,7% de los activos mayores de 18 años se encontraba en riesgo de desempleo por haber estado desocupado por lo menos una vez en el último año, el 46,4% del total de los ocupados carece de aportes al Sistema de Seguridad Social (no le realizan los aportes jubilatorios al 27,6% de los asalariados y el 70,4% de los trabajadores por cuenta propia no realiza el pago de sus aportes jubilatorios) y el 32,4% de los ocupados no contaban con cobertura de salud de obra social, mutual o prepaga.
Para Donza, el empleo público fue el menos afectado por el desempleo y en el trabajo privado o en los empleos informales la ayuda del IFE o el ATP que ofreció el gobierno durante la pandemia tuvo un efecto limitado por dos motivos centrales: no se pudo continuar en el tiempo y apuntó sustancialmente a los trabajadores formales de la economía.
Según el especialista de la UCA si bien no se conoce aún el desenlace de la pandemia, la situación de desempleo va a empeorar en la Argentina ya que habrá mayor precarización del empleo y menores ingresos. Es que los ingresos cayeron un 7% y todo indica que seguirán en baja.
En este sentido, el informe de la UCA reveló que el ingreso medio mensual de los trabajadores del sector micro-informal fue un 35,4% menor que el ingreso del total de ocupados. En 2020, el ingreso medio mensual del total de los ocupados fue de $33.257.-, el de los trabajadores del sector micro-informal de $21.475.-, el de los ocupados del sector privado formal de $46.101.- y el del sector público de $44.854.-
Si bien la evolución de la media de ingresos de cada uno de los grupos de trabajadores según el sector de inserción es relativamente similar, el saldo 2010-2020 fue aún más negativo para los ocupados en el sector microinformal (-28,6%) que para los del sector público (-17%) y el sector formal (-13,8%).
A nivel general, el poder de compra del ingreso horario del total de ocupados disminuyó, entre 2010 y 2020, un 13,5% (de $353,9.- a $306,2.-). Este descenso fue más marcado al considerar a los trabajadores del sector público, un 22,2% (de $512.- a $398,1.-) y en los trabajadores del sector micro-informal, con un 15,4% (de $261,8.- a $221,4.-) que en los del sector formal de la economía donde casi no tuvo cambios, solo -0,3% de variación (de $401,1.- a $399,7.-, todos en pesos del tercer trimestre de 2020)
En relación a la situación de los/as trabajadores/as pobres entre 2010 y 2020, con énfasis en el contexto de la crisis provocada por el COVID-19 en la Argentina urbana el trabajo de la UCA arriba a algunas conclusiones alarmantes. Al respecto, se aprecia que entre 2017 y 2020 el porcentaje de trabajadores/ as pobres pasó de 15,5% a 27,4% y de 1,9% a 4,4% al considerar un umbral de pobreza extrema.
Así, el incremento de la pobreza fue significativamente más intenso entre los/as trabajadores/as que viven en hogares del estrato trabajador integrado y del estrato marginal, que residen en el Conurbano Bonaerense, entre las mujeres y entre trabajadores/as en edades centrales (35-59 años).
Fuente, grafico y foto: El Cronista
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