Como dirigentes democráticos que siempre hemos respetado la voluntad popular expresada en las urnas, aceptando con alegría y responsabilidad los triunfos y con humildad nuestras derrotas, sostenemos la firme convicción que la política no es para nosotros un fin, sino solo el medio para el bien de la Patria, y con esta premisa trabajamos y trabajaremos desde el lugar que nos toque.

Y es precisamente por esta verdad en la que creemos, que nos encontramos totalmente preocupados y alarmados porque vemos que las primeras resoluciones aprobadas desde la Casa Rosada van orientadas a dañar el interés colectivo.

Es un triste récord que el Presidente Macri ya haya firmado treinta decretos de necesidad y urgencia, varios inconstitucionales, incluido el insólito nombramiento a dedo de jueces de la Corte Suprema, la intervención del AFSCA, el avasallamiento al funcionamiento de organismos autárquicos, la represión a trabajadores manifestándose por la pérdida de su fuente laboral, recordemos a nuestros vecinos que cuando un sector reclamaba por más ganancias con cortes de ruta nunca fueron reprimidos, el error en un decreto, aún no subsanado, disminuyendo el presupuesto en educación a la mitad además de eliminar paritarias y escuelas técnicas.
La mayor devaluación de los últimos 15 años, aumentos de precios y las medidas económicas enunciadas, desfavorecen a los argentinos que viven de su trabajo personal, jubilados, comerciantes e industriales que venden en el mercado interno, y de pequeños productores.

Este conjunto de primeras medidas resulta esclarecedor para conocer el rumbo que está tomando el nuevo gobierno. Alejándose rápidamente de las políticas redistributivas y de autonomía económica. Con esos antecedentes y con el lamentable objetivo de cercenar otras voces, su defensa de la justicia independiente, del republicanismo, “pobreza cero”, libertad de opinión y de información pasaron a integrar el extenso listado de mentirosas promesas de campañas.

No queremos poner palos en la rueda, queremos que quienes han ganado puedan gobernar para el bien de todos y cada uno de los argentinos. La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo, no los privilegios de unos pocos. Es por ello que estaremos colaborando con todas aquellas acciones y políticas públicas orientadas al bien común pero manifestando nuestro profundo rechazo a todas aquellas que vayan en contra de los intereses generales de nuestra Patria y de quienes la habitamos.

Deseamos que lo acontecido en estos días en nuestro país, no sea el rumbo final del gobierno, sino que empiece a implementar las medidas republicanas que pregonaba en campaña, de ser así, ahí estará el peronismo cada uno desde el lugar que le toque, para apoyar la gobernabilidad, aportando a la grandeza nacional y la felicidad del pueblo.