Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional del Norte de la Provincia de Buenos Aires (Unnoba) culminó recientemente el diseño de un biodigestor para la obtención de gas natural a partir del estiércol de cerdo para abastecer de energía a las pequeñas explotaciones.
Se trata de la construcción de un gasógeno con tecnología de punta para generar biogás y minimiza además los efectos contaminantes producidos por los malos olores de los desechos orgánicos de los porcinos.
La Unnoba está emplazando un criadero de cerdos en su Campo Experimental para instalar un biodigestor que, a partir del estiércol allí producido, genere gas natural que pueda ser utilizado en la calefacción de las parideras.

El proceso diseñado es de tipo modelo y controlado automáticamente, es decir que las variables del proceso químico (como el control del PH y la temperatura) se regulen solas.

Del proceso, resulta por un lado la generación de gas natural y, subsidiariamente, como residuo queda un abono orgánico (inodoro) que puede ser esparcido en el suelo para aumentar la fertilidad del mismo, o sea que a partir de un desecho muy molesto por su olor fétido, podemos producir gas natural y abono orgánico inodoro en forma líquida.

Funcionamiento
De la descomposición del estiércol de cerdo, bajo ciertas condiciones (ausencia de aire y presencia de ciertas bacterias) se desprende gas metano, conocido vulgarmente como gas natural. Como subproducto tenemos también dióxido de carbono (aproximadamente de los gases producto de la descomposición tenemos un 60 % de metano) y algo de gases sulfurosos que son filtrados con una malla metálica, donde se forma sulfuro de hierro (deben ser retenidos por su poder corrosivo). «El dióxido de carbono no nos molesta ya que es inerte en el proceso de la combustión», describió el ingeniero Jacinto Diab al diario Democracia, que publicó la noticia.

Este proceso es común en la naturaleza y en la digestión de ciertos animales, por ejemplo se produce en el estómago de la vaca durante el rumeo del pasto, resaltó Diab.

Y del cerdo -agrego yo- que conocí la cuestión viendo la tercera peli de la saga Mad Max, ‘Más allá de la cúpula del Trueno’, de 1985, esa en la que Tina Turner es la reina de una ciudad que funciona justamente por la energía generada por miles de chanchos en un subsuelo gigantesco.