La actual campaña agrícola 19/20 ya en su fase final comenzó a recibir un cumulo de agua, en lo que va en los primeros días de marzo, que según registros en  9 de Julio va desde 200 mms hasta  los 265, según zona.

Las lluvias fueron dispares en la campaña. Para el trigo el mismo se desarrolló casi sin lluvias, llegaron en la primer semana de octubre ya cuando el estado crítico de los cultivos era avanzado, casi lo mismo paso para los de verano, que después del  20 de diciembre comenzaron a recibir agua, continuo en enero y febrero.

Al respecto el Ing. Agr. Pablo Richmond de la AER INTA  9 de Julio, detallo a partir de un trabajo sobre cuál es la capacidad de infiltración de agua en el suelo, recordó que en abril /19 llovieron 63 mms, versus una media de  110mms, mayo /19, 95 mms contra una media de  58mms.; junio 73 ante una media de 43 mms; en julio 4 mms, versus  41mms de media histórica, agosto cero milímetro, contra 39 mms., septiembre al igual que agosto y una media de 62mms., y recién a partir de octubre, noviembre y diciembre se fueron normalizando, explico.

El registro de lluvia en lo que va de marzo 2020 va de 200 mms a 265

Sin embargo desde enero 2020, el registro fue de 70 mms, contra una media anual de 129 mms; febrero  63 mms. y una media de 111 mms, y lo que va de marzo al 17 de marzo,  200 mms y una media de  150 mms., apunto

Para Richmond es importante conocer cuál es el agua útil (la que entra al perfil del suelo), y que causa que cierta agua no la aprovechamos en el lote en particular, para ello detallo los resultados de un trabajo en un programa sobre la salud del suelo y la necesidad de tener macro poros, para lograr textura del suelo y que sea estable ante el paso de maquinaria y el paso de animales.

El agrónomo de INTA  recordó que la zona es de suelo franco arenoso, la cual brinda menos estructura, pero la herramienta para tener una buena salud es cuanta materia orgánica tenemos para ayudar a esa estabilidad de poros.

Para lograr esa materia orgánica o disminuir  la misma es preguntarnos qué manejos tenemos. Pablo Richmond trajo a memoria que la historia de la región pampeana según evaluaciones, estaban en el orden del 5/6% de materia orgánica y hoy es de 2,5%. Esto nos dice que el manejo ha sido a disminuir la misma, evaluó.

Como manejamos el lote

Richmond informo que en distintos ensayos de INTA  9 de Julio junto al Ing. agr. Sergio Rillo en Escuela Inchasuti con el tránsito de la maquinaria (tractor y tolva) sobre cuando afecta la compactación en la infiltración, se evaluó en comparación con un testigo que arrojo una capacidad de infiltración del 78 milímetros por hora, pero en la primera pasada del equipo agrícola, la infiltración disminuía a 7 mms y con dos pasadas a 5 mms y con 3 pasadas, 4mms, informo y recordó que un estudio de INTA Castelar evaluó  durante un año en sistema SD, el porcentaje de la superficie se podía pisar y se llegó a resultado de que se podía pisar hasta el 70% de la superficie del lote.

Ganaderia en una pastura de Escuela Inchausti

El segundo ensayo de los técnicos de la AER INTA  9 de Julio, fue evaluar la infiltración, relacionando con la historia de manejo que se dio en esos lotes. Allá (Inchausti) se evalúo un lote con festuca antigua, una alfalfa de 2 años con labranza de rastra de disco, otro en soja sobre un lote de cinco años con pastura de festuca; y se comparó un maíz sembrado sobre SD, en una rotación M/T/S; y el ultimo un lote con agricultura continua convencional.

«Sobre esos lotes encontramos que todo lo que tendía pasturas y que desarrollaron abundante raíces y materia orgánica, era donde había mejor infiltración, el caso notable fue en la pastura antigua con una infiltración de 144 mms./hora, y así fue la escalera bajando,  mientras que en el último rango, la labranza continuo arrojo 53 mms. /hora», grafico.

Conceptos finales

En su evaluación final, Richmond sostuvo que «en estos dos aspectos el paso de maquinaria y el  manejo agronomico que tuvo el lote, vemos que no todos pueden absorver las lluvias y aprovechar y que beneficien las raices de los cultivos, por lo que algunos infiltraran muy bien, otros poco y cuando hay pendiente esa agua aumentra el nivel del bajo, lo que nos debe llevar a repensar que manejo tenemos», sintetizo.