Clima: Se afianza la tendencia hacia un escenario climático 2021/2022 más benigno que el anterior, pero no exento de riesgos

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La cosecha de los últimos lotes de cultivos estivales marca el final de la campaña 2020/2021, cuya marcha climática sufrió fuertes anomalías, que incidieron negativamente en la producción del agro argentino.

Paralelamente, el inicio de las siembras de los cultivos invernales, marca el inicio de la campaña 2021/2022, cuyos rasgos climáticos apuntan a ser más benignos que los de la temporada anterior, aunque no totalmente exentos de riesgos.

Como es usual durante la estación de otoño, en estos momentos, el sistema climático atraviesa una transición hacia el escenario que dará marco a la campaña que se inicia, describe en un reciente informe la Bolsa de Cereales de Buenos Aires

El Océano Pacífico Ecuatorial conserva una amplia franja con temperaturas por debajo de lo normal, que constituyen un residuo de “La Niña”, observada en la temporada anterior, previéndose que, durante lo que resta del otoño y el invierno, mantendrá un estado “Neutral Levemente Frío”, pasando a “Neutral Frío” al llegar la primavera.

La mayor parte del Océano Atlántico observa un fuerte calentamiento, pero el litoral argentino ha comenzado a enfriarse, debido al avance hacia el norte de la corriente fría de Malvinas, haciendo que la entrada de humedad sólo llegue a las áreas costeras y no logre extenderse hacia el interior del área agrícola.

La actividad del Polo Sur es prácticamente neutral, pero se prevé que volverá a alcanzar valores negativos por debajo de lo normal desde mediados de julio de 2021 hasta mediados de enero de 2022, impulsando masas de aire frío y seco hacia el interior del Cono Sur, si bien este proceso no alcanzaría una intensidad tan elevada como durante la campaña precedente.

Aunque todavía no puede hacerse un diagnóstico definitivo, es posible señalar que la campaña 2021/2022 apunta a una evolución menos perturbada que la observada en 2020/21, pero no exenta de riesgos.

Entre dichos riesgos se destaca la posibilidad que, a partir de diciembre de 2021, se desarrolle un amplio foco sequía, que se prolongaría a lo largo del verano 2022, afectando a gran parte del oeste y centro del área agrícola argentina, El Paraguay y el Sur del Brasil.

Invierno

El invierno 2021 comenzará a mostrar algunas perturbaciones, aunque de intensidad menor a las registradas en la temporada anterior.

El Océano Pacífico Ecuatorial se mantendrá en un estado “Neutral Levemente Frío”, al mismo tiempo que los vientos polares se intensificarán moderadamente, enviando aire fresco y con bajo contenido de humedad hacia el interior del Cono Sur.

El enfriamiento del Litoral Atlántico, que limitará la entrada de humedad hacia el interior del área agrícola, haciendo que sólo las zonas más próximas al Océano Atlántico reciban buenos aportes hídricos.

Se intensificarán los cortos e intensos descensos térmicos, aunque es probable que no se registren heladas invernales tan intensas como en la temporada anterior.

Primavera

Durante la primavera 2021, El Océano Pacífico Ecuatorial se enfriará un tanto, pasando a un estado “Neutral Frío”, a lo que sumará el enfriamiento del Litoral Atlántico.

Paralelamente, los vientos polares incrementarán su actividad, causando un efecto depresor de las precipitaciones, que afectará especialmente al interior del área agrícola.

Desde el punto de vista térmico, se observarán algunos descensos térmicos tardíos, pero menos riesgosos que en la temporada anterior.

El aumento estacional de la radiación solar y temperatura incrementarán la evapotranspiración reduciendo el aprovechamiento de las precipitaciones, e incrementando los déficits que afectan al interior del área agrícola.

Como se señaló en la Introducción, se presentará el riesgo que, a partir de diciembre 2021, empiece a notarse un amplio foco de sequía edáfica sobre el interior de La Argentina, buena parte del Paraguay y el Sur del Brasil.

Este proceso mantendrá el riesgo de incendios de campos y bosques durante gran parte de la primavera.

Debido al enfriamiento del Pacífico, el Noroeste Argentino observará precipitaciones superiores a lo normal, con riesgo de tormentas severas, desbordes de ríos y arroyos, etc.

Las altas cuencas de los grandes ríos Paraná y Paraguay recibirán aportes hídricos algo inferiores al promedio, retardando la recuperación del calado de los puertos.

 Verano

 Con la llegada del verano 2022, los vientos polares reducirán gradualmente su intensidad, al mismo tiempo que el Pacífico Ecuatorial disminuirá su enfriamiento, haciendo que los factores que controlan el clima evolucionen hacia un estado más cercano a la normal.

No obstante, enero y febrero sufrirán los efectos residuales del proceso anterior, por lo que las lluvias continuarán siendo inferiores a lo normal sobre el interior del área agrícola, y sólo las zonas cercanas al Océano Atlántico recibirán precipitaciones abundantes.

Recién en marzo las precipitaciones regresarán a gran parte del interior del área agrícola, aunque el sudoeste de la Región Pampeana, más próximo al área de acción de los vientos polares, seguirá registrando faltantes de humedad.

Las altas cuencas de los grandes ríos Paraná y Paraguay continuarán recibiendo aportes hídricos algo inferiores al promedio, determinando que el calado de los puertos fluviales no logre recuperarse totalmente

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