Los representantes de la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA) fueron los encargados de cerrar la primera jornada del congreso A Todo Trigo, que se está realizando en el hotel Sheraton de Mar del Plata.

El primero en tomar la palabra fue Jorge Chemes, quien lamentó la falta de previsibilidad para planificar y la falta de confianza. «En el campo necesitamos tiempo para planificar porque las inversiones no se dan de un día para el otro», señaló y agregó: «Otro factor fundamental es la confianza. Porque se hace muy difícil planificar cuando un ministro dice algo y un secretario dice lo contrario, así es imposible llevar adelante cualquier plan».

Según entiende Chemes, será difícil que la situación pueda reacomodarse rápidamente. «Cada uno tendrá su receta para afrontarlo. Como representantes gremiales del sector tenemos que proponer acciones y hay todo tipo de pedidos. Por un lado, están los autoconvocados que consideran que con manifestaciones tenemos que hacer sentir esto que planteamos. Tal vez tengan razón, desde el punto de vista de mostrar o instalar en la sociedad la problemática, pero no creo que el Gobierno tome un camino diferente con este tipo de medidas», dijo.

Al respecto, se refirió al trabajo que están haciendo las entidades junto con la Legislatura Nacional y con representantes provinciales. «Falta conocimiento aunque también hay un gran componente ideológico. Lo que intentamos es transformar la protesta en leyes que impidan que pueda venir cualquier funcionario a cambiar las reglas de juego a mitad de camino», señaló.

Si bien reconoció que no es un camino rápido, si entienden que es el más seguro. Y en esto incluyó a los gobernadores, porque «las medidas a nivel nacional repercuten directamente en las economías de cada provincia. Ellos tienen la llave política que nosotros no tenemos», cerró.

A su turno, el presidente de la SRA, Nicolás Pino, hizo hincapié en que «la cosa está más fácil que difícil. El gobierno está complicado, pero para nosotros está más fácil que nunca. Lo único que tienen que hacer es marcar con hechos concretos el camino que necesitamos los productores para trabajar más. No existe un productor criador que no quiera producir más. Todos buscamos eso, en función de que en el negocio nos vaya mejor».

En materia de trigo, Pino insistió en que «las acciones tienen que ser inmediatas. Me cuesta decir que se perdió pero ya tiene que suceder algo».

Sobre las medidas que se necesitan tomar, se refirió puntualmente a los derechos de exportación. «Desde nuestra entidad entendemos que el derecho de exportación tiene que ser cero, porque no hay una ley que avale eso», puntualizó y aprovechó para felicitar a los productores que, «pese a que reciben el menor precio de trigo del mundo, van a sembrar trigo».

Por último, Elbio Laucirica, vicepresidente de Coninagro, destacó la gran convocatoria de A Todo Trigo, que con 1700 personas «mostró el espíritu de los productores que, pese a las inclemencias, apuestan a mirar con faros largos este congreso».

Laucirica retomó la pregunta lema del evento, que es ¿retroceder o avanzar? «Retroceder no. Hay que avanzar. Aprovechemos este desafío que plantea el contexto internacional no solo para hacer plata sino para ofrecerle al mundo alimentos. Tenemos una responsabilidad social más allá de la económica y productiva», dijo.

El representante de Coninagro citó un relevamiento que hicieron desde la entidad, en el que advirtieron que la mayoría de los productores consultados van a sembrar más cebada y menos trigo. «Esto muestra el motivo de reclamar previsibilidad», señaló.

«Las decisiones que tomamos no son caprichosas. Somos orgánicos, consultamos a nuestros productores para tomar decisiones. En los reclamos y los problemas todos sabemos lo que queremos. Necesitamos reglas claras y políticas que promuevan la producción», cerró.