Agrotendencias 2023: Política y economía en un año eleccionario

Para el economista Enrique Szewach, la “mala praxis y la mala suerte son una combinación letal”. Para el analista político Sergio Berensztein, “¿la política argentina está en un punto de inflexión?”. Al cierre del Seminario de Perspectivas Agropecuarias Agrotendencias, ambos analizaron lo que viene de cara a las elecciones de octubre.

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Para tomar dimensión de la realidad económica actual, el economista Enrique Szewach mencionó dos datos estructurales de la Argentina actual. En primer lugar, el PBI per cápita del país “está hoy apenas 10% por encima del pico de la convertibilidad. Y este será el tercer gobierno del ciclo que entrega un PBI per cápita inferior al que recibió”, indicó. En segundo lugar, Argentina mantiene una distancia considerable con los demás países de la región, que aunque se enfrentaron a situaciones similares como la pandemia, no se vieron tan afectados.

¿En qué escenario nos encontramos? Según el economista, en uno de falta de dólares, exceso de pesos y corto plazo inflacionario. “La teoría del gobierno es que la inflación es consecuencia de la evolución del dólar libre como formador de expectativas, y que la brecha y la falta de dólares son consecuencia de la mala suerte de la sequía. Su relación causal es que el dólar libre pega sobre los precios, pero el dólar libre es inflación psicológica. Hay una falla en el diagnóstico. El problema del dólar libre no es la expectativa, es que hay un exceso de pesos sobre la cantidad de dólares. Al banco central le faltaban dólares antes de la sequia”, explicó el economista.

Y agregó: “El problema de Argentina es que se sumó la mala praxis, que nos dejo sin dólares, con la mala suerte de la sequía. Mala praxis y mala suerte es una combinación letal. Y si a eso se le agrega un año electoral, y todo lo que está pasando en materia de debilidad política del gobierno, es más que letal. No hace falta dinamitar el Banco Central, hace falta volverlo a crear”.

Para controlar esta coyuntura, Szewach consideró que el gobierno debería tener superávit fiscal, poder para renovar la deuda fiscal y capacidad para acomodar la oferta monetaria a la oferta que está cayendo. Sin embargo, al no poder manejar ese mercado de pesos, debe conseguir dólares para abastecer ese mercado que se mueve en divisa extranjera.

“Los dólares los voy a perder, pero no es lo mismo no tenerlos que tenerlos para perderlos. Eso es lo que ha hecho el gobierno el año pasado adelantando el Soja 1, 2, etc. y lo que intenta hacer ahora, con la única diferencia de que no hay soja. Hoy el gobierno no ha podido despejar la expectativa de devaluación. Estamos por eso en el peor de los mundos. Tenemos todo esto más lo que llamamos los economistas “expectativas totalmente desancladas”, sostuvo.

“Ahora hay nominalidad de inercia. Abril y mayo son siempre, en toda la historia de la tasa de inflación de argentina moderna, los meses de más baja inflación del año. Ahora se ha roto la estacionalidad y estamos frente a un problema de nominalidad muy alto. El stock de pesos sigue aumentando y no va a bajar, porque el gobierno no tiene cómo, y el stock de dólares es cero o negativo, y estamos con inflación inercial. ¿Qué más se le puede pedir a la vida?”, exclamó.

Para concluir su diagnóstico, Szewach enumeró otras problemáticas actuales que Argentina enfrenta en materia económica. En primer lugar indicó que “no hay precios”, y que cualquier plan de estabilización debía empezar por eso, lo que implicará “que los primeros meses de la estabilización serán complicados”.

En segundo lugar, afirmó que “para poder abatir la inflación no hay que tener déficit fiscal”, ya que “el déficit es el generador de la emisión”. “Si uno quiere tener un Banco Central que funcione como tal, en cualquier moneda, tiene que terminar con el déficit fiscal. En ese sentido, el primer impuesto a eliminar es el impuesto inflacionario”, sostuvo.

En tercer lugar, consideró que las grandes distorsiones impositivas están en las provincias: “ingresos brutos, tasas de seguridad e higiene, caminos rurales, etc. Ahí somos federales en Argentina”.

¿Qué tipo de reformas son necesarias en este marco? Una en el sector público, “que todos sabemos qué es pero que hay que ponerla en números y lleva tiempo”; y una en el sector privado, ya que “está muy ocupado pero trabaja poco”.

“No hay programa de estabilización en este gobierno. Si es místico tiene que rezar y si no tiene que conseguir dólares de algún lado y aguantar. De lo contrario, estamos en problemas”, concluyó Szewach.

¿Punto de inflexión?

“La gente está muy ansiosa y quiere saber qué va a pasar. Pero la realidad cambia permanentemente y eso nos obliga a ser muy prudentes”, dijo el analista político Sergio Berensztein en Agrotendencias. Y apuntó: “Tengamos paciencia. De acá a las primarias del 13 de agosto la cosa va a estar más despejada. Incluso es probable que algún partido cambie de nombre, los publicistas del Frente de Todos están trabajando en eso”. Primer consejo: “bajemos la ansiedad”.

“Si yo le pregunto a la gente qué votaría si las elecciones fueran este domingo, gana Juntos por el Cambio en primera vuelta. ¿Va a pasar esto? No lo sabemos, es un ejercicio. Aunque esta tendencia se viene sosteniendo en el último tiempo y es llamativo ver que en un país donde todo cambia todo el tiempo, las preferencias subyacentes de la sociedad no cambian. Detrás de todos los líos de la política hay una sociedad que marca estabilidad en sus preferencias. Esas preferencias ponen de manifiesto que hay un agotamiento de este ciclo populista que podríamos llamar irresponsable”, dijo Berensztein. “La aparición de Javier Milei representa este agotamiento”, acotó.

También hay un corrimiento de la agenda. “Nos han convencido a todos de que los controles de precios no sirven, han agotado instrumentos que sabíamos que no iban a funcionar. Esto tiene un lado positivo porque deja un margen enorme de maniobra para que se imponga la racionalidad a partir de diciembre”, apuntó el analista.

El oficialismo está contra las cuerdas. “Estamos en un sistema hiperpresidencialista cuya debilidad del presidente es grave. Gobernadores fuertes, presidente débil, no es gratis. Lo que viene es un cambio del peso relativo entre presidente y gobernadores, la pelea ahora es por plata y poder, y ahí un elemento crucial pasa por el ajuste de las provincias”, analizó Berensztein

Para el politólogo, si el peronismo saca un tercio de los votos será la peor elección de la historia. Hoy, proyectando, están un 30% por debajo de su historia. A nivel nacional no tiene candidatos: “en el ranking de imagen positiva del Frente de Todos lidera Axel Kicillof, que supera en imagen positiva a Cristina Fernández, y le sigue Wado de Pedro. Kicillof es un tipo útil que tiene mucha importancia para Cristina”, presentó.

En Juntos por el Cambio, ayer Mauricio Macri asumió el rol de coordinador. “Hasta ayer íbamos a un choque de planetas, pero Macri empezó a escribir una historia distinta a la hora de ordenar el juego. Lo que está en juego es que el que gane del PRO la primaria es el próximo presidente. Si tuviera un amigo que gane, le diría: ganaste, jodete. El domingo 22 de diciembre tiene que viajar a Washington a sentarse con el FMI. Lo que se viene va a ser complicado”, expresó y concluyó: “Estamos tan mal gobernados que tal vez con un gobierno mediocre Argentina pega un salto. Uno puede mantener cierta cuota de optimismo, pero siempre implementar es mucho más difícil que planificar”.

 

 

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