Agricultura Certificada, una oportunidad de mejores negocios
¿Cómo puedo ser un productor sustentable?, se pregunta el ingeniero agrónomo Santiago Lorenzatti en el Congreso Aapresid «30:10000 ConCiencia Suelo». Sucede que la globalización ha cambiado el modo de acceder a la información, a comunicar, y a entender el mundo. Con este nuevo contexto como aliado, es que Lorenzatti brinda herramientas para que el productor pueda dar a conocer sus productos con la confiabilidad y trazabilidad que le otorga la certificación, entendida además como una estrategia de comunicación.
Vivimos en la sociedad de la información, de los servicios, del conocimiento y de la organización en red, donde las ciencias y las nuevas tecnologías pasan a ser más importante que el capital, tierra, maquinaria y trabajo (factores tradicionales de producción), explica que el técnico.
En este marco, se da el paradigma de las 4 E. «Cualquier actividad que hagamos tiene que ser económicamente rentable, en un marco de ecología, de ética en los negocios y energéticamente eficiente».
Es por eso que dentro de esta era globalizada, los retos a los que se enfrenta la agricultura son un población creciente y la realización de actividades ambientalmente sustentable (en un contexto de cambio climático y de necesidad de cambiar el paradigma energético).
Con todos estos cambios el rol del consumidor se ha acrecentado y sus exigencias ambientales son cada vez más altas, así como también las exigencias de trazabilidad. «Certificar un proceso de producción es brindar información, es un servicio adicional basado en conocimiento, en un agricultura cada vez más eficiente, y basada en tecnología. Es la respuesta a una demanda creciente, en un contexto sustentable donde el consumidor quiere conocer el origen de sus alimentos».
«Agricultura Sustentable Certificada» es un sistema de gestión de calidad que tiene la característica de cuidar en simultáneo la calidad ambiental y la eficiencia agronómica del proceso productivo de siembra directa. «Certificamos el proceso productivo y no el producto final», agrega el referente.
Este sistema se apoya en tres pilares: buenas prácticas productivas, buenas prácticas de gestión ambiental y buenas prácticas sociales; o sea, los ejes del concepto de sustentabilidad.
Si se cumple con todos los requisitas, luego de una auditoría, se obtiene la certificación que otorga a la empresa transparencia, que a su vez aporta a la trazabilidad y está basado en el mejoramiento continuo.
Con la implementación de éstas buenas prácticas que tienen su fundamento en la ciencia, «cuidamos el ambiente ya que logramos impacto positivo en el aire el agua y en el suelo, protegemos la biodiversidad, aseguramos sistemas de trabajo responsables, y asumimos desafíos de comunicarlo con la sociedad proactivamente con un marco de referencia».
«Estas nuevas formas de comunicar no son para nosotros son para la comunidad en su conjunto. El desafío es transformar esa diferenciación positiva que el sistema de producción da al ambiente en una oportunidad de mejores negocios
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