A Todo Trigo: Cuál es el dolor del país que se mencionó, además de decir que la mesa de los argentinos se protege produciendo más
«Es posible superar las 21 millones de toneladas y consolidar un virtuoso proceso de crecimiento productivo e inserción en los mercados internacionales, y hacerlo protegiendo el medio ambiente y bajo las buenas prácticas agroindustriales”, dijo Fernando Rivara, el presidente de la Federación de Acopiadores, durante el mensaje de apertura del congreso que lleva por lema #CrecerEsElCamino y al inicio contó con los mensajes grabados del ministro de Agricultura de la Nación, Luis Basterra, del secretario de Agricultura nacional, Jorge Solmi, y la presencia del ministro de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires, Javier Rodríguez.
“Para la agroindustria argentina no solo es una oportunidad, es un deber producir y exportar más”, expresó Rivara. “Vivimos en un país que nos duele: nos duele el aumento de la indigencia que llegó a los 2 dígitos, que el 60% de los chicos estén por debajo del nivel de pobreza, el 42% de pobreza general, el éxodo de compatriotas que buscan otros destinos”, enumeró.
“Generar trabajo y riqueza no sólo es una oportunidad, es una obligación nuestra y de la política. Han pasado gobiernos de todos los signos políticos y la decadencia es tendencial”, expresó.
Para Rivara, así como es responsabilidad de las fuerzas productivas generar desarrollo, es de la política crear el ambiente mínimo imprescindible para liberar esas fuerzas productivas. “Ni siquiera me refiero a la parte impositiva sino a que se garanticen los derechos consagrados por la Constitución argentina”, puntualizó.
Destruyeron trabajo en Argentina
“El reclamo es un derecho constitucional, pero en Argentina cuanto más pisotean los derechos de los demás, más exitosa es la protesta”, dijo y enumeró una serie de situaciones que en los últimos meses “destruyeron trabajo en Argentina”: bloqueo a los puertos graneleros del Gran Rosario por casi 30 días; bloqueo a las rutas del sur bonaerense, con la inacción de las autoridades del transporte de la provincia de Buenos Aires; bloqueo de un parque industrial entero porque el sindicato de chóferes consideró que el personal de una empresa debía estar dentro de su gremio; bloqueo de “A.T.I.L.R.A.” a una PyME láctea en Cañuelas por diferencias en el gremio; cierre de una empresa frigorífica de 1000 empleados porque 60 de ellos tienen una disputa con el sindicato; bloqueo de los puertos “Up River” por empleados de la ex Buyatti; bloqueo de rutas en Neuquén por autoconvocados, con la población y Vaca Muerta desabastecidas; bloqueo en las terminales portuarias de Buenos Aires por empleados de la ex “Tacssa” con cientos de contenedores inmovilizados, algunos cargados de pollos y carnes; bloqueo de rutas en Tucumán por autoconvocados que impiden la cosecha de limones y de soja, entre otras cosas.
“Es un nivel de descomposición social muy grave que un grupo de empresarios transportistas autoconvocados diga quién puede pasar y quién no por las rutas argentinas, y encima con la anuencia de la subsecretaría de Transporte del Gobierno de la provincia de Buenos Aires, y estas cosas pasan ante la inacción de la política y de la justicia». “En estas condiciones argentina es un país inviable”, dijo.
“La manifiesta incapacidad de los poderes del Estado para solucionar esta realidad incrementa el número de desocupados, aumenta la miseria y nos somete a la dependencia económica externa”.
“Necesitamos cambiar esta lógica del desánimo y frustración. Tenemos que liberar las fuerzas del trabajo productivo. Después del ataque al Covid-19, ése debería ser el objetivo primordial del Gobierno. Por eso la consigna de este congreso: ‘¡crecer es el camino!’”.
“Debo enfatizar dos conceptos importantes: el primero es que “la mesa de los argentinos” se protege produciendo más y no subsidiando a los ricos. El segundo es que no se puede sostener en el tiempo un férreo control de precios a las harinas en un escenario de alta inflación, sin generar enormes daños a una industria que acompaña desde sus albores a nuestra agricultura”.
“Las cadenas han explicado, con números claros y concretos, no con relatos, el bajo impacto que tiene el precio del trigo en los productos finales, y consecuentemente en la tasa de inflación”.
“No es el camino convivir con aumentos del 70% anual en la vestimenta o autorizar incrementos del 5% mensual a las grandes compañías petroleras y luego amordazar a los molinos en sus precios y amenazar con mayores intervenciones”.
“El aumento de los precios internacionales de los bienes que Argentina exporta es una bendición para nuestro país. Presentamos números, no consignas: gracias al aumento de los precios el Banco Central recibirá, en esta campaña, 8.500 millones de dólares adicionales de ingreso de divisas provenientes de los granos y sus productos”. “Y si hablamos de los derechos de exportación, por el “maldito” aumento de precios del sector, el fisco incrementará en 1.800 millones de dólares sus ingresos”.
Rivara cerro diciendo “con apenas 600 millones de dólares, el Gobierno podría comprar y regalar todo el trigo necesario para que el pueblo argentino consuma pan gratis. Y aún le quedarían 1.200 millones de dólares extras. ¡Y todavía tenemos que escuchar a gente que dice que el aumento del precio de los granos es una mala noticia para los argentinos!”, finalizo.
Deja un comentario