Un 11 de noviembre de  1995 Alberto J. Ramos decidía emprender a su actividad agropecuaria que desarrollaba en cercanías de Dudignac, la comercialización de ganado vacuno, motivado esto por una estafa que sufrió en la venta de ganado propio, y con el objetivo de que eso no suceda más, toma el compromiso animado también por un matarife de Merlo y su primer cliente fue Orlando Sverna, con quien prosigue haciendo negocios, apunto Alberto Ramos que hoy comparte el negocio con su hijo Raúl.

El señor Sverna fue el primer cliente de Alberto Ramos

La base de del negocio es hacer las cosas bien todos los días y hacer buen letra, y para ello cuenta con un equipo comprometido, como Daniel Amengual y el apoyo de la familia y agrega que este año  por pedido de sus clientes logro traer más 700 vacas de cría de La Pampa.

El negocio fue creciendo y en el año  2008 sumo a Brandemann Consignataria, una casa feriera con fuertes raíces en La Pampa y oficina de venta en el Mercado de Liniers. Con esto el negocio ganadero de Albero J. Ramos fue creciendo y en los últimos años viene desarrollando remates ferias en Sociedad Rural de  9 de Julio.

Raul y Alberto Ramos

A excepción de este año  2020, Alberto J. Ramos cada noviembre junto a su familia reúne a su clientela y agasaja con un almuerzo.

Ramos que aún conserva como bajo tesoro, decenas de cuadernos con las anotaciones de cada negocio realizado en estos 25 años, y asegura que aquí vale mucho la palabra, ya que si perdemos esto se pierde todo. Se hace más de palabra, sostiene y defiende.

Uno de los remates que anualmente realiza Ramos en 9 de Julio

Alberto Ramos y su esposa Alicia junto a Valeria Lopez Vila que dejo su musica en el almuerzo

Frente de la oficina en 9 de Julio