Inocuidad y seguridad alimentaria los pilares de una producción sustentable
Productores, veterinarios y agrónomos se encuentran presentes en toda la cadena de producción de alimentos. Los veterinarios, como agentes sanitarios, tienen la responsabilidad de trabajar en pos de la prevención de las zoonosis y las enfermedades de transmisión alimentaria (ETA). El Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires explica el rol profesional en este contexto.
¿De qué hablamos cuando mencionamos la inocuidad y seguridad alimentaria? La inocuidad y la seguridad en los alimentos son términos que están estrechamente ligados, ya que un alimento es apto para el consumo al no estar contaminado con pesticidas, residuos, virus o bacterias. Además, en tanto se tengan los cuidados y procesos necesarios, se logrará el objetivo de una producción sustentable, es decir, un uso eficiente de los recursos, con menor impacto ambiental.
En los últimos años, la demanda de alimentos en el mundo ha aumentado, especialmente de proteínas de origen animal, lo que es muy auspicioso para países como el nuestro cuya matriz exportadora es agroalimentaria. Pero hay que tener en cuenta que viene acompañada por mayores exigencias en cuanto a seguridad alimentaria y cuestiones que hacen a la responsabilidad social; es decir, a compromisos medioambientales, de bienestar animal, de residuos y de resistencia antimicrobiana. A ellas, se le suman la responsabilidad que los veterinarios están llamados a cumplir como agentes sanitarios, debido a que las zoonosis son responsables del 60% de las enfermedades infecto contagiosas de los humanos.
¿Por qué los veterinarios son profesionales idóneos en el área? En nuestro país, a través del impulso del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), en 2015, se logró sancionar la Ley N° 27233, por medio de la cual se declaró de interés nacional la sanidad de los animales y los vegetales, así como la prevención, el control y la erradicación de las enfermedades y de las plagas que afecten la producción silvoagropecuaria nacional, la flora y la fauna, y responsabiliza a toda la cadena productiva por su accionar.
Las autoridades del Colegio, señalan que desde 2015, se comenzó a vivenciar un cambio de paradigma para toda la profesión, “donde el veterinario tiene asignado un rol importante a cumplir en sanidad, seguridad e inocuidad alimentaria y en la erradicación de zoonosis, que se alcanza con los diálogos y consensos necesarios, garantizando alimentos seguros e inocuos a consumidores internos y externos”; y señalan que más que nunca en este contexto es necesario e imprescindible que el veterinario tenga y cumpla esa labor, ya que “por su formación y ejercicio, asegura la erradicación de las zoonosis, asesora sobre las mejores prácticas de sanidad y producción animal; y controla la seguridad e inocuidad de los alimentos. También son quienes deben trabajar para plantear estrategias sanitarias locales”, resumen desde el CVPBA.
En ese sentido es que cada vez cobra más fuerza el concepto de “Una salud”, al cual el CVPBA adhiere y pregona, con el objetivo de concientizar acerca de la relación entre la sanidad animal y la salud pública, salud que se refleja en los alimentos que se producen y consumen a diario, que deben pasar por rigurosos controles.
Los alimentos que encontramos en las grandes cadenas o en las despensas de barrio, tienen su origen en la industria agropecuaria, que, en este contexto de pandemia, ha seguido trabajando con la finalidad de que la población no sea desabastecida.
Las autoridades del Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires, resaltan el rol de la profesión, quienes son actores fundamentales, ya que se encuentran presentes en los distintos eslabones, siendo responsables de la sanidad animal, y, por consiguiente, de la seguridad e inocuidad de los alimentos. Sin sanidad animal, no existe seguridad e inocuidad alimentaria, tampoco una producción sostenible y sustentable.
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