Desde julio, la Asociación de Transportistas Lácteos y Afines de la República Argentina (Atlara) reclama a las industrias lácteas un incremento del 23 por ciento en la tarifa de transporte, basado en el aumento en los costos.

Ante la falta de respuestas, los empresarios decidieron tomar como medida la suspensión de recolección de leche, e informaron que se dará la modalidad recién en el momento que se inicie.

Así lo resolvieron en la última reunión los directivos de Atlara. Según un comunicado de la entidad, la decisión se tomó luego de que sólo tres de las 12 industrias convocadas, de manera informal, invitaran a abrir canales de diálogo para lograr un acuerdo.

Agregaron que el resto mantiene una posición cerrada y otras fábricas no respondieron a las cartas documentos enviadas por los transportistas.

Los recolectores de leche nucleados en Atlara están reclamando desde julio un ajuste tarifario de un 23 por ciento para corregir el desfasaje hasta el momento. Además, piden «una actualización mensual de acuerdo al movimiento de precios de los componentes del transporte, que en la actualidad acumula alrededor de un 34 por ciento».

Tras algunos acercamientos, en este momento, tres industrias de manera informal dijeron estar dispuestas a convocaron a una mesa de diálogo. «Pero aún quedan otras nueve empresas que siguen en una cerrada posición por lo que se mantiene la decisión de suspender el servicio de recolección de leche en los tambos con fecha y metodología que se dará a conocer en el momento mismo que se inicie la medida», sostiene la entidad.

En los últimos 12 meses las unidades, el combustible y los insumos tuvieron incrementos de hasta un 70 por ciento, dice Atlara. «Estos incrementos sumados a los desfasajes que ya vienen sufriendo de años anteriores en las tarifas hacen insostenible a la actividad, mientras la industria de manera unilateral viene fijando las tarifas», concluye.