Hundimiento del Belgrano
Eduardo Salgado y Edgardo Gastambide recordaron como fue aquel 2 de mayo de 1982
Ambos ex combatientes eran tripulantes del ARA Gral. Belgrano el día que fue hundido por parte de la marina inglesa. Salgado estuvo 36 horas en una balsa a la espera del rescate y Gastambide 42 horas. Tenían parte de su cuerpo casi congelado y para darse temperatura se orinaban entre sí.
Es la primera vez a 37 años de la gesta de Malvinas que en 9 de Julio se recuerda y reflexiona sobre el hundimiento del ARA. Gral. Belgrano, y donde murieron 323 tripulantes, entre ellos Néstor Lujan Francisquez.
Del navío argentino también eran participes otros dos nuevejulienses Eduardo Salgado y Edgardo Gastambide, que lograron subir a dos de las balsas que rescataron a 720 hombres de la marina argentina.
Tembloroso de hablar pero decidido a hacerlo, Eduardo Salgado compartió con El Regional Digital aquella situación y lo primero que menciono “es la primera vez que nos reunimos para recordarlo”, dijo minutos antes del acto que coloco el nombre “Soldado Néstor Francisquez al SUM de la Escuela N° 52, en el Barrio de Diamantina.
Gastambide recordó que él estaba en descanso al momento del impacto y fue algo terrible, yo tenía 19 años, eran las cuatro de la tarde, cuando nos “torpedearon” , y al subir a la cubierta principal ya se estaba hundiendo el buque, solo era tratar de salvarse, salvar a otros, tirarse y subir a las balsas, relato.
Salgado también dijo que él hacía 10 meses que realizaba su conscripción militar, y como él era la mayoría, y de golpe el impacto y queda todo a oscuras, en mi caso estaba tres pisos debajo de la cubierta principal y estaba de guardia, contó.
El sacudón fue fuerte, aunque la intención fue poner las bombas para desagotar el buque no podíamos, no veíamos nada y solo quedaba subir a cubierta principal y el Belgrano ya estaba escorado, y se nos dio la orden de abandono.
Mojados y congelados
Edgardo Gastambide conto que en su caso la balsa era compuesta por 22 personas y estuvieron 42 horas a la deriva hasta que fueron rescatados por el Bouchard. Se hacía interminable, en especial porque de la cintura para bajo se congelaba y cuando me rescataron no podía caminar. Nos animábamos entre nosotros.
Por su parte Eduardo conto que estuvo 36 horas en el agua, pero fue muy complicado y aunque eran menos hombres en la balsa, pegaban sus cuerpos para darse temperatura humana y se orinaban entre sí para generar temperatura, y las olas eran inmensas y nos mojábamos todo y congelábamos”, recordó.
Salgado y Gastambide se encontraron en Ushuaia luego del rescate y lo primero que se preguntaron uno al otro, según su relato, fue sobre Francisquez. Ambos sabían que el primer impacto fue donde estaba Néstor, contaron.
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