En la jornada de este miercoles en el edificio donde funcionan la EP N°7 y ESB N°9 de la localidad de Patricios, alumnos, docentes y directivos reflexionaron sobre uno de los hechos de violencia mas reciente que vivio nuestro pais. El 24 de marzo de 1976.

Al respecto desde la Escuela indicaro que se dividio la actividad en dos momentos, el acto protocolar, donde los alumnos de 2do. Año hicieron las palabras alusivas y compartieron la proyección de un video recordando acontecimientos de la fecha. Siendo ambas producciones realizadas en las horas de prácticas del lenguaje y construcción de ciudadanía.
Posteriormente y de manera mas informal, luego de una breve reseña por parte del Director de la Escuela proyectamos la película “Crónica de una Fuga” que nos permitió reflexionar y ver de otra manera lo que sucedió en esta etapa negra de nuestra Argentina.

Palabras de los alumnos.
A cuarenta años del último golpe militar en nuestro territorio, nos resulta imprescindible gozar del ejercicio de la memoria. Paul Ricoeur afirma que la “memoria” deja huellas en las personas. Por nuestra parte, creemos que conviene agregar que esas huellas deben revisarse, analizarse y exhibirse. Porque la memoria sólo es tal si se la observa desde el presente. Por eso estamos hoy aquí: porque hay huellas que no deben ser olvidadas.
Desde que María Martínez asumió el cargo después de la muerte de Perón en 1974 recrudeció una crisis política muy profunda. Conflictos internos en la presidencia, muertes y otros inconvenientes sociales fueron parte de ella.
Ante esto, el 24 de marzo de 1976 y con el pretexto de traer paz al país, una junta militar integrada por Jorge Videla, Emilio Massera y Orlando Agosti, tomó el poder por la fuerza e ilícitamente: mediante un golpe de Estado.
Este gobierno de facto se autodenominó “Proceso de Reorganización Nacional” y tuvo como principal propósito erradicar la subversión. Desde el punto de vista de la junta, este término se refería a todas aquellas personas u organizaciones que cuestionaran el orden establecido. El plan para acabar con la disidencia fue ejecutado sin respetar la constitución ni las leyes vigentes.

El denominado terrorismo de Estado incluyó el secuestro, la tortura, la desaparición y la muerte de miles de hombres, mujeres y niños de todas clases sociales. La escuela de la armada (ESMA) de Bs. As. Operó como centro de detención ilegal. Se estima que unas cinco mil víctimas estuvieron detenidas allí. En los centros de detención también funcionaban maternidades clandestinas, en las que los niños de las prisioneras embarazadas eran apropiados por los represores o las personas en contacto con ellos. En este marco de miedo y silencio se formó la organización de las Madres de plaza de mayo quienes marchaban en reclamo por los desaparecidos.

Artistas y científicos que se exiliaron, miles de detenidos y desaparecidos, una permanente violación a los derechos humanos, y el aumento de la deuda externa también fueron algunas de las consecuencias de la última dictadura militar.
La junta nunca admitió el terrorismo. Para eso utilizó pantallas políticas como el Mundial 1978 o la Guerra de Malvinas.
El primero fue un éxito, pero el segundo suceso fue uno de los desencadenantes para el fin del proceso. Por eso en 1983 y con una gran algarabía el pueblo argentino tuvo su regreso a la democracia y Raúl Alfonsín fue elegido a través del voto de la ciudadanía como el nuevo presidente constitucional.

Creemos entonces que es necesario recordar lo sucedido todos los 24 de marzo porque regresar al pasado significa entender el presente. Porque anhelamos que no vuelva ninguna matanza injusta y desagradable que viole los derechos de las personas. Que la historia sea una huella pero nunca una marca irreparable.